Mendoza vuelve a vivir hoy con todo su esplendor su máximo festejo. La Fiesta Nacional de la Vendimia, que ya expresó su pasión y colorido a través de las fiestas departamentales, la Bendición de los Frutos y la Vía Blanca de anoche, retorna a su reducto máximo, el Teatro Griego Frank Romero Day.
El acecho del coronavirus impidió que el año pasado se pudiesen realizar los festejos populares que distinguen a nuestra provincia en esta época del año.
Pese a ello, la creatividad y el fervor vendimial impidieron que la celebración quedase en el olvido.
El formato digital implementado en marzo de 2021 permitió mantener vivo el tradicional festejo.
Obviamente, la mayoría de los mendocinos extrañó el bullicio y el colorido propios de este tiempo tanto en las calles como en el Teatro Griego, pero se cumplió gratamente uno de los objetivos principales de entonces: que el sentir mendocino pudiese ser visto en el mundo pese a los impedimentos impuestos por la interminable pandemia.
Y cabe recordar que el año pasado también se realizaron las habituales recepciones que organizan las entidades empresariales vinculadas con la vitivinicultura, eventos en los que desde el sector se expresa a las autoridades, nacionales y provinciales, las inquietudes y logros de la actividad.
Por eso es importante elogiar este retorno a la “presencialidad” del máximo evento mendocino.
Durante varios días Vendimia es sinónimo de bullicio con miles de personas en las calles de la Capital, sus vistosos paseos públicos y el resto de la trama urbana.
El regreso de la fiesta a las calles es un justo estímulo para la actividad turística, una de las más afectadas por la inactividad que generó el flagelo de la pandemia y su extensa y polémica cuarentena.
Los sectores hotelero y gastronómico siempre han distinguido a nuestra provincia por su hospitalidad y calidad.
También corresponde recordar que uno de los sentidos de la Vendimia es el reconocimiento al esfuerzo de quienes trabajan la tierra y muchas veces sufren los efectos de las contingencias que produce nuestro clima.
Precisamente, en el actual ciclo productivo una buena parte de esas labores se vio seriamente afectada por las devastadoras tormentas de granizo.
Y en esta oportunidad, como ocurre en mayor o menor medida todos los años, la Mendoza vendimial también se transforma en una suerte de epicentro de la actividad política nacional por la visita de referentes nacionales de las distintas agrupaciones del abanico partidario argentino.
También debemos celebrar que al cierre del acto de esta noche se corone a una nueva Reina Nacional de la Vendimia, como parte de una tradición que reflejó siempre el esfuerzo de los productores para hacer de nuestras duras tierras una base de sustentación y progreso.
La Vendimia es la fiesta del vino nuevo, el fruto de otro año de trabajo.
Es el resultado de una labor constante y una calidad creciente que le permita a los vinos de nuestra provincia competir en los mejores mercados del mundo y ser sede de destacados eventos internacionales.
Bienvenida entonces el regreso de esta gran fiesta en formato presencial.
