Recorrer a pie el radio céntrico de la ciudad de Mendoza para tomar contacto con lugares de atracción es una experiencia interesante, que permite conocer mejor el patrimonio histórico y cultural de un lugar.
Es una práctica turístico-cultural que se realiza desde hace mucho tiempo en distintas capitales, empezando por la principal, la ciudad de Buenos Aires, y que también se practica en la capital mendocina, con la organización del municipio capitalino.
Hace unas semanas se realizó un circuito homenaje al arquitecto y urbanista chileno-argentino Daniel Ramos Correas (1898-1991), a cuya creatividad Mendoza le debe mucho.
La idea fue muy bien receptada por el grupo de participantes, compuesto por estudiantes de turismo, turistas y vecinos en general, asesorados en la caminata por la guía municipal Michelle León.
El itinerario comenzó en la peatonal Sarmiento, en cuya vereda sur se ubica la Iglesia de San Nicolás y Santiago Apóstol, proyecto de DRC junto con su amigo e ingeniero Justo Pedro Gascón. Ambos diseñaron el templo bajo los lineamientos del Concilio Vaticano II respecto a la distribución de los fieles en torno a un único altar.
Otras paradas de la recorrida fueron la plaza Independencia (remodelada por DRC), el hotel Argentino (1944), la casa familiar de Espejo y Perú y dos viviendas más, las casas Atencio (Espejo 722) y Castiglione (Espejo 716).
Asimismo, hubo una parada frente a la Casa de negocios Azar (esquina sureste de Espejo y Belgrano), que antaño fue tienda y mercería.
El itinerario finalizó en la avenida Emilio Civit donde hay varias mansiones proyectadas por el hombre que se consideró mendocino por adopción y que está enterrado en el Cementerio de la Capital. Una de ellas es la casa encargada por Emilio López Frugoni, el ingeniero que trabajara asiduamente con Ramos Correas. Ubicada en Paso de los Andes y Emilio Civit desde 1928, se encuentra muy bien mantenida por la familia Surballe, propietaria actual del inmueble. En la vecindad (E. Civit y Boulogne Sur Mer), se levanta otro gran exponente de la arquitectura residencial del arquitecto homenajeado, Casa Arenas (1928-1929), de la familia Lamicela, que en 1979 estuvo a punto de ser tirada abajo por un grupo inmobiliario, pero gracias a la presión de la comunidad por conservarla, la tarea de demolición se paralizó. Hoy es Patrimonio Cultural de la Provincia.
Como se ve, la realizada resultó una iniciativa interesante, impulsada por la Municipalidad de la Capital, a través de la Dirección de Patrimonio, que conduce Elsa Rodríguez.
Es una opción válida para que los ciudadanos y ciudadanas conozcan nuestros bienes patrimoniales, en este caso en los límites de la capital, pero que otros municipios pueden aplicar en sus jurisdicciones. Ya se hizo en el pasado con el tour de las fuentes ornamentales de diferentes plazas y la que se hace periódicamente en el cementerio con sus ya famosas visitas guiadas nocturnas.
Otras iniciativas de recorridas a pie que se vendrán en los próximos meses dentro del programa “Ciudad Patrimonial”, son un circuito por el Barrio Bombal, donde hay valiosos exponentes arquitectónicos, y por la Manzana Mercedaria, en la Cuarta Sección, con su hito principal, el templo de Nuestra Señora de la Merced (calle Montecaseros 1647).
También está la propuesta de recorrer las huellas francesas en la ciudad, a través de las obras de Carlos Thays (parque San Martín), Julio Balloffet (1831-’97, planificó la reconstrucción de la ciudad de Mendoza), Miguel Amado Pouget, Urbano Barbier (proyectista de la basílica de San Francisco) y la educadora María Elena Champeau.