El Departamento General de Irrigación (DGI), que cumplirá 140 años en noviembre próximo, tiene mucho para contar sobre el agua, el mayor recurso natural de la provincia.
Los Andes se hermana en esa vocación por la defensa del capital hídrico y el árbol, pilares en la línea editorial del matutino desde sus inicios, en octubre de 1883.
Hacemos estos comentarios en razón de que resulta plausible el lanzamiento del programa “Memorias del agua”, que se inició el mes pasado por intermedio de la difusión de notas, informes e investigaciones que el organismo administrador de las aguas públicas está haciendo a través de su página web y redes sociales.
Para ello, el organismo se ha apoyado en la organizada y bien abastecida Biblioteca del Agua, de más de 60 años de existencia, instalada en el subsuelo de la sede central de Irrigación, de avenida España y Barcala.
A la biblioteca se suma el Archivo Histórico del Agua, también de Irrigación, que funciona desde el 2020.
El Capítulo I de “Memorias del Agua” es un “Resumen de noticias de los últimos 500 años con los sucesos extraordinarios que ha vivido el tramo del río Mendoza, entre la presa Potrerillos y el dique Cipolletti”.
En este caso, la información también ha sido plasmada en un pequeño diario impreso, disponible en el Centro de Interpretación de la Cultura del Agua en Mendoza (CICA), que se encuentra en el dique Cipolletti (Luján de Cuyo).
A su vez, las personas que conozcan historias para sumar, pueden aportarlas escribiendo a archivohistoricodelaguamza@gmail.com
Es muy necesario que la sociedad mendocina, inserta en un territorio semiárido, mantenga una fuerte conciencia sobre el uso y el cuidado del agua, y esta iniciativa, contribuye a ese cometido.
Más cuando venimos atravesando muchos años de crisis hídrica y privaciones, situación apenas superada en parte en la última temporada en la que por efecto de las últimas nevadas los caudales hídricos mejoraron un poco, especialmente en la cuenca del río Mendoza, donde se pudo disfrutar otra vez del gran espectáculo de ver llenas las Lagunas de Guanacache (Lavalle) y en la región este también, zona de Desaguadero (La Paz) por abastecimiento del río Tunuyán.
Asimismo, insistimos en la necesidad de que la escuela primaria sea una sólida base de formación en el tema del agua para los niños y niñas que cursan los grados superiores.
En ese sentido fue buena la expectativa del operativo denominado “Aqualibro”, llevada a cabo en la administración de Gobierno de 2016, dedicado a la enseñanza del agua a nivel del ciclo primario. La sola lectura del índice de temas de esa obra era un incentivo para la formación de pequeños especialistas en la realidad del agua: “Realidad hídrica. El recorrido y usos del agua”, “Las primeras acequias”, “Fundación de Mendoza”. “Métodos de riego”…, son algunos de los tópicos a través de los cuales el alumnado accedía a la problemática del agua de su provincia.
Sería oportuno que el Gobierno reeditara esa obra para distribuirla entre las nuevas camadas de escolares. Igualmente aporta al conocimiento el convenio firmado entre Irrigación y los ministerios provinciales de Energía y Ambiente; y Educación, Cultura, Infancias y DGE, con el que se busca desarrollar en forma conjunta proyectos de carácter educativo.
El acuerdo se llama “Programa Educación Ambiental” y busca la formación y capacitación técnica de docentes y alumnos que permita implementar proyectos educativos ambientales, en las instituciones educativas de los diferentes niveles y modalidades. Esto también tiene que ver con el recurso agua.