La decisión de acercar el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) a las personas que están vinculadas a la institución, debe considerarse como apta y plausible, ante el abultado déficit habitacional de Mendoza, que incluye en sus segmentos más críticos el grave problema de los asentamientos y el hacinamiento intrafamiliar que sufren muchos hogares mendocinos.
Estimamos que este acercamiento va a producir beneficios a las familias residentes en los barrios y nuevos enfoques en las futuras actuaciones del IPV.
Delegados de la repartición de la calle Lavalle están concurriendo a los barrios alejados al Gran Mendoza para incentivar el pago de las cuotas y verificar la real ocupación de las casas entregadas.
La iniciativa pretende acercar al IPV a la comunidad para escuchar y resolver las inquietudes de los vecinos directamente en el lugar donde residen. Ya ha tenido varias experiencias, luego del primer contacto realizado hace pocas semanas en el departamento de Junín. Entre todos los barrios de ese municipio, se seleccionó aquellos que registraban más porcentaje de morosidad a fin de analizar las posibilidades de corregir las anomalías y favorecer los trámites que llevarán a la regularización de las situaciones dominiales de muchos adjudicatarios.
Entre los trámites que podrán ser resueltos con la asistencia de los empleados que hagan estas recorridas, se encuentran planes de refinanciación de mora, regularización de titularidad, impresión de boletas, informes de deuda y cancelación, comprobación de ocupación, escrituración, recepción de denuncias, asesoramiento y atención de diversas áreas.
En esta oportunidad, el móvil de la repartición concurrió al barrio La Pastoza, del distrito Philipps, que junto a otros conglomerados aledaños suman cerca de setenta viviendas en la zona.
El balance de este operativo fue altamente satisfactorio, ya que aproximadamente la mitad de los vecinos de los núcleos habitacionales La Pastoza, Molina y San José se acercaron al móvil a realizar algún tipo de trámite o consulta. En tanto, alrededor de 50% de quienes registran mora fueron atendidos para regularizar su situación.
El IPV continuará con este recorrido tratando de llegar a todos los departamentos de la provincia, priorizando los más alejados.
El IPV, creado en 1947, el primero del país, ha construido el 25 por ciento del parque habitacional de la provincia.
Sus barrios han sido un factor principal del crecimiento urbano de Gran Mendoza y todas las ciudades de la provincia.
Los contactos que ahora se establecen, probablemente abrirán diálogos en los que los vecinos expresarán interés por las ofertas del IPV para el acceso a adjudicaciones en nuevos conjuntos y mejoras y modernización de los enclaves existentes.
Por su parte, como hemos visto, el IPV irá logrando la regularización del pago de cuotas pendientes culminando exitosamente largos procesos de morosidad.
De estas nuevas relaciones IPV-adjudicatarios, es imaginable la merecida puesta en valor del organismo oficial y la revalorización inmobiliaria de cientos de barrios hasta ahora sin visibilización positiva por el resto del conjunto social.
Aprobamos que el IPV haya resuelto mantener un diálogo horizontal con sus adjudicatarios, para brindar un servicio igualitario y de calidad, independientemente de dónde estén los habitantes, asegurándose de que los vecinos puedan acceder a la información y recibir la atención que se merecen.
Por otra parte, sería encomiable que las visitas se extiendan no sólo a barrios más recientes para la regularización de los créditos y otros fines, sino también a los más antiguos para hacer evaluaciones longitudinales de su desarrollo en décadas y gestionar propuestas vecinales para la modernización de las áreas donde se asientan los conglomerados habitacionales tradicionales.