El conflicto bélico derivado de la invasión de Rusia a Ucrania no pierde intensidad. En estos momentos se debate en el seno de la Unión Europea hasta dónde pueden las fuerzas ucranianas valerse de armamento occidental para atacar directamente objetivos rusos. Mientras tanto, a modo de intimidación, las autoridades de Moscú responden alertando que se verían obligados a efectuar ensayos con material nuclear.
El momento es de gran trascendencia. España resolvió ayudar militarmente a Ucrania por el valor récord de 1.129 millones de euros. El acuerdo fue firmado por el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y su par español, Pedro Sánchez. España es, por lo tanto, es el décimo país que firma un acuerdo de apoyo militar a largo plazo con las autoridades de Kiev. Antes lo hicieron, entre otras naciones, nada menos que Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia. Estados Unidos observa con atención y acaba de autorizar un millonario financiamiento, como ya se informó oportunamente.
Europa, por otra parte, autoriza que las fuerzas ucranianas utilicen armamento de Occidente no sólo en defensa de su territorio; también para avanzar sobre Rusia. Es por ello que la Unión Europea presiona a Hungría para que deje de bloquear las medidas por las cuales se pretende asistir militarmente al país invadido. Debe recordarse que el líder húngaro Viktor Orbán tiene una relación muy cercana con el presidente ruso, Vladimir Putin, siendo considerado como un claro aliado del mandamás del país invasor.
El Parlamento Europeo, por amplísima mayoría, sostuvo que se debe apoyar a Ucrania “para que gane la guerra” contra las fuerzas rusas, según indica el texto de la resolución aprobada.
En dicho marco, los argumentos de Ucrania para obtener ayuda militar que le permita atacar objetivos rusos se basan en una cuestión estratégica atendible. Según datos del gobierno ucraniano, Rusia está utilizando al mes más de 3.000 bombas dirigidas a civiles. Por ello piden las autoridades ucranianas armamento que les permita a sus fuerzas buscar objetivos concretos en territorio del país invasor.
Todas estas novedades en el conflicto de Ucrania se producen mientras Europa se encuentra comenzando un nuevo proceso electoral. Serán tres días para la elección de representantes de los países miembros del Parlamento Europeo, también conocido como Eurocámara.
Se trata de una elección muy importante ante el actual contexto bélico. Debe tenerse en cuenta que la Eurocámara, entre las funciones que tiene asignadas, promueve los derechos humanos dentro y fuera de la unión de países que representa, decide sobre acuerdos internacionales y representa directamente los intereses de los ciudadanos de países europeos. Es, en definitiva, el órgano encargado de avalar o rechazar normas que involucran al conjunto de naciones. Una mayoría de leyes vigentes en los países miembros surgen, precisamente, de la Unión Europea.
Por lo tanto, la inminente votación popular puede llegar a consolidar el sentimiento de la mayoría de los eurodiputados que en reciente votación dieron un rotundo respaldo a Ucrania. Estos parlamentarios ven con preocupación cómo la situación geopolítica generada a partir de febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, ha transformado la situación geopolítica general, con consecuencias imprevisibles en un contexto mundial también dominado por el desenfreno.