La Red Argentina de Municipios ante el Cambio Climático (RAMCC) es un instrumento de coordinación y acción de políticas públicas locales de lucha contra el cambio climático en las ciudades y pueblos de la Argentina.
A través de este sistema se coordinan acciones locales, se comparten experiencias y se evalúan los resultados de los programas que desarrollan los municipios que la integran, tomando las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (Directiva IPPC).
Conforman la red 270 municipios de todo el país.
En Mendoza la integran Godoy Cruz, Capital, Guaymallén, General Alvear, Luján de Cuyo y San Carlos, pero la modalidad debería extenderse a otras comunas del territorio.
Es un paso importante pertenecer a esta organización porque son muy graves y extendidos los problemas ambientales.
La propuesta generalizada es mitigar el cambio climático, adaptarse a los efectos adversos de esa situación y practicar el acceso universal a una energía segura, limpia y asequible.
El Cambio Climático es el principal desafío que enfrenta la humanidad, fenómeno causado en gran parte por el aumento continuo de la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera desde la Revolución Industrial (siglo XVIII).
Los efectos del Cambio Climático ya son evidentes a raíz del aumento global de la temperatura media terrestre, lo que genera impactos de los distintos ecosistemas del mundo, pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies y compromete la ansiada biodiversidad.
Por lo tanto, de acuerdo al IPCC hay que limitar el incremento promedio de la temperatura global a menos de 2°C.
Una de las acciones vinculadas a la operatoria narrada es la instalación de paneles solares en los espacios verdes de Godoy Cruz, resultado de las medidas surgidas del Plan Local de Acción Climática (PLAC), desarrollado por ese departamento desde que pertenece a la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático.
Otro aporte en este renglón es aumentar la colocación de luminarias LED para atender a la iluminación de calles y rutas, o incorporar cada vez más calefones solares en viviendas sociales y en edificios públicos.
La reducción del consumo de energía es uno de los objetivos de los asociados a la red, lo mismo que poner en práctica la huella de carbono, un indicador ambiental que refleja la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por la acción del hombre.
Muchos esfuerzos deberán hacer las municipalidades que están dentro de los alcances de estos planes ambientales y evitar transgredir los parámetros de huellas de carbono cuando abusan del cemento en espacios públicos o demuelen pavimentos en buen estado y remplazándolos por otros, sin aparente necesidad.
En ese mismo nivel de transgresión debemos anotar los incendios forestales y la falta de algunas medidas para evitarlos.
Caso concreto: permitir hacer fuego para asados sobre la ruta 52, en terrenos de Las Heras de jurisdicción municipal, peligrosamente cercanos a la reserva de Villavicencio.
Es de esperar que los responsables de la programación de las obras públicas y privadas, consideren al diseñar nuevas construcciones, las huellas de carbono resultantes, procurando mantener estructuras edilicias y pavimentos construidos, evitando de esa manera demoliciones innecesarias.
Para ello, los códigos deberán incorporar normas de sustentabilidad energética y evaluación de las huelas de carbono de los materiales utilizados. En disposiciones que van adaptando en muchas ciudades del mundo.
