El economista e historiador vocacional, Emilio Ocampo, candidato a presidir el Banco Central de Argentina, si Javier Milei, accede a la presidencia de la Nación, conmovió los cimientos de la historia nacional al declarar que “San Martín no fue el Padre de la Patria ni el Libertador de América”.
Para ampliar el sinsentido de tamaña afirmación, el asesor de Milei añadió que el creador del “mito sanmartiniano” había sido Bartolomé Mitre, fundador del diario La Nación, expresidente del país (1862 y 1868) y autor de “Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana”, de 1887.
Si en Estados Unidos surgiera una corriente de pensamiento que degradara la figura de George Washington, primer presidente de ese país y considerado puntal de la nación, la reacción en contra sería unánime.
Las disparatadas afirmaciones de Ocampo quedarán asentadas en el devenir de los hechos, incorporadas para siempre en diarios y otros medios de información para desconcierto de las generaciones futuras, actuando por sobre todas las cosas como elemento de confusión entre miles de alumnos de la escuela pública argentina, que han confiado a través del paso del tiempo en su General y que ahora deben enfrentarse a la falsa noticia de que el prócer que aprendieron a respetar y honrar no es lo que ellos tenían por asumido y sus educadores les inculcaron en las aulas.
Numerosos como sólidos argumentos se han difundido a través de la prensa, luego de conocidos los deplorables argumentos del economista nombrado, quien actuó con probada imprudencia e inmadurez al expresarse como se expresó.
A todo lo dicho por estudiosos y catedráticos, como nuestra historiadora Beatriz Bragoni o el historiador Miguel Ángel de Marco, ex presidente de la Academia Nacional de la Historia durante dos períodos, se nos ocurre pensar qué hubiera pensado el respetado y siempre recordado René Gerónimo Favaloro.
Entre los más de trescientos trabajos publicados por el cirujano cardiovascular, hay dos libros referidos a la figura del general San Martín. El primero de ellos lo escribió en 1987, titulado “¿Conoce usted a San Martín?”, que en la actual controversia parece dirigido expresamente al asesor libertario. En el otro, de 1991, abordó la famosa entrevista con Simón Bolívar, titulado “La Memoria de Guayaquil”.
Impulsado por su profunda admiración por el Libertador, y con la idea de formar en valores, el médico platense se entregó de lleno a escribir de su puño y letra el referido ¿Conoce usted a San Martín?, que él dedicó a la juventud argentina.
Imaginamos al creador del bypass coronario, dueño de un carácter fuerte, muy exaltado si hubiera tenido que confrontar con el polémico economista y su desteñida aseveración de que “San Martín no fue el Padre de la Patria”. Tak vez le hubiera respondido “usted es un necio, no sabe de lo que habla”.
Es necesario reafirmar nuestra historia y el sacrificio y tributo de nuestros próceres; esta negación que se ha intentado de un hombre de la dimensión del Libertador atrasa, confunde e intenta borrar un ejemplo de conducta e infatigable actitud de servicio, valores que sirven en las actuales circunstancias de espuela para que las personas que conformamos la Nación argentina actuemos en pos de la solidaridad, la grandeza del país y la hermandad de quienes lo habitamos.
