Miles de niños y jóvenes han participado en la reciente cumbre del clima (COP28), realizada de la ciudad de Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
No saben si serán tenidas en cuenta sus aspiraciones en virtud de los fuertes intereses económicos que persisten en muchos lugares del mundo para mantener los niveles de consumo de energías contaminantes derivadas del petróleo y el gas y otras situaciones que afectan al planeta.
Pero, niños y jóvenes hicieron su balance y se pronunciaron a favor de participar en las decisiones que se tomen para proteger la Tierra.
En el Balance Global de la acción climática que han realizado los jóvenes, el Youth Stocktake (Balance de la juventud), se indica que el reconocimiento del sector juvenil en la acción climática es esencial, pero no suficiente.
Marlaina Aroi, delegada de la representación de jóvenes que participaron en la COP28, sostuvo: “Los jóvenes somos los que afrontaremos lo que está por venir; sufriremos más los estragos del cambio climático”.
La afirmación confronta con las decisiones a tomar a partir de ahora por los gobiernos, las grandes empresas y los centros de poder del mundo.
“Queremos formar parte de las negociaciones”, ha reclamado, Rushil Khan, de Youngo (Movimiento de Jóvenes por el clima), la organización que representa a más de 750.000 niños y jóvenes en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc).
También la reciente COP28 de Dubái contó con la primera Youth Champion, es decir la representante de la juventud en el foro mundial, la joven ministra de Desarrollo de la Comunidad de los Emiratos Árabes Unidos, Shamma Al Mazrui, de 29 años. La ministra emplazó a los negociadores a comprometerse con un espíritu constructivo para alcanzar un acuerdo satisfactorio y que los jóvenes sean parte del proceso para lograr los objetivos más ambiciosos.
En resumen, los jóvenes participantes de la cumbre han dicho que lo que se decida en materia de las negociaciones para eliminar combustibles fósiles, entre otros aspectos, son temas que los van a involucrar en un futuro cercano y por eso están pidiendo que se frene el calentamiento global y otras perturbaciones que sufre el planeta por la abusiva utilización de los recursos naturales.
También este sector de la sociedad ha subrayado la importancia de asegurar la educación y la capacitación sobre la acción climática a los jóvenes. Es por ello que se realizaron sesiones sobre la transformación de la educación para que incluya temáticas relacionadas con estos temas.
Muchos, como el chileno Benjamín Carvajal Ponce, reclamaron una mayor utilización de las energías alternativas, que permitan llegar al límite de la temperatura promedio global que puso el acuerdo de París de 2015, fijado en 1.5 °C. Este joven, que fundó la ONG 1.5, le dijo al diario porteño Infobae, que la empresa que creó “nació para eliminar esa superioridad intelectual con la que a veces se cuenta la crisis climática y transmitir los conceptos de manera simple. Que la gente entienda que está bien reciclar, pero que hay que ir por más”.
Por otra parte, los jóvenes se preparan para la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), prevista para noviembre de 2025 en Belém, Pará (Brasil), donde se espera r lograr un proceso de fortalecimiento de las organizaciones juveniles de la región frente al cambio climático, con la consolidación de avanzar en el proceso realizado durante 2022, “De la protesta a la propuesta” y el posterior en 2023 “De la propuesta a la implementación” con un llamamiento a la acción dirigido tanto a los líderes gubernamentales de la región como a las grandes empresas.
