La ciencia de festejo: 65 años del Conicet

El 65° aniversario del Conicet, que se acaba de celebrar, es una fecha muy importante para el país, en especial por el enorme trabajo del organismo y de las científicas y científicos que en él se desempeñan, quienes con sus investigaciones solucionan problemas concretos de las personas y contribuyen a la grandeza de la nación.

La ciencia de festejo: 65 años del Conicet

El 5 de febrero de 1958 se creaba el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) por impulso del Premio Nobel de Medicina de 1947, Bernardo Houssay, como centro de investigación nacional, y a través de este organismo nacía el cargo de investigación con dedicación exclusiva, lo que se tradujo en un hecho fundamental para la Argentina.

“Era una forma de otorgar una cierta estabilidad a los investigadores, más allá de los vaivenes y coyunturas de los gobiernos de turno”, como afirmara alguna vez el doctor en Ciencias Biológicas y divulgador científico Diego Golombek.

Desde aquel lejano verano del ‘58, han pasado muchas cosas en el país, han desaparecido instituciones de todo tipo y se han sucedido gobiernos de signos ideológicos encontrados, pero el Conicet se ha podido mantener y presentar a la sociedad una enorme cantidad de logros en el campo de la investigación básica y en la aportación de soluciones a problemas concretos de los argentinos y argentinas.

Desde su creación, el Conicet se constituyó como la institución emblema de la ciencia nacional, y su calidad se incrementa año tras año, como lo muestran ciertos mecanismos de medición internacional.

Durante 2022 alcanzó la primera posición del Ranking SCImago dentro de los organismos de gobierno de Latinoamérica dedicados a la investigación. Cabe destacar que el Consejo subió 54 posiciones y se ubica en el puesto 141 a nivel global entre más de 8.000 instituciones académicas, científicas y gubernamentales dedicadas a la investigación.

La actual presidenta de la institución, la doctora en Ciencias Químicas, Ana María Franchi, expresó: “A 65 años de su creación, desde el Consejo renovamos y profundizamos la responsabilidad de llevar adelante la promoción y el desarrollo de una ciencia y tecnología argentina de excelencia, cada vez más federal e inclusiva y que brinde respuestas a las principales demandas de nuestra sociedad, para mejorar su calidad de vida, aportar al desarrollo nacional y ser una pieza clave en la construcción de un país más soberano y justo para todos y todas”.

Resulta pertinente señalar que el organismo rector de la Ciencia tiene un enclave de gran trascendencia en Mendoza desde 1973. Primero se llamó Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Cricyt) y que ahora se denomina Centro Científico Tecnológico (CCT)-Conicet Mendoza, con base en la avenida Ruiz Leal del Parque General San Martín.

El CCT Conicet Mendoza está formado por siete institutos destinados a la generación de conocimiento científico y tecnológico: Iadiza (tierras secas), Ianigla (Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), IBAM (Biología Agrícola), IHEM (Histología y Embriología), Imbecu (Medicina y Biología experimental), Inahe (ambiente y hábitat) e Incihusa Ciencias humanas y ambientales).

Sesenta y cinco años después de su creación, el Conicet se compone de más de 11.800 investigadores e investigadoras, más de 11.800 becarios y becarias de doctorado y postdoctorado, más de 2.900 miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la Investigación y el Desarrollo y más de 1.500 administrativos y administrativas.

El gobierno actual y los que le sucedan deben continuar con el apoyo irrestricto a esta nave insignia de la ciencia. En los países desarrollados, las políticas de ciencia, tecnología e innovación son planificaciones continuadas, perdurables en el tiempo.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA