Unas 85 mil hectáreas de glaciares, humedales y sitios arqueológicos de Uspallata podrían convertirse en el primer parque nacional de la provincia de Mendoza, un desarrollo de enorme trascendencia, en especial porque el área designada está ubicada en zona de frontera.
La villa cordillerana y su contorno ya tiene una categorización, como es ser Reserva Natural de la Defensa (desde 2021), y la intención ahora es que esa declaración aumente de categoría y se convierta en parque nacional, el primero que tendría nuestra provincia.
El proyecto, que tiene que ser convalidado por la Legislatura provincial, implicará en el armado y gestión al Ministerio de Defensa y la Administración de Parques Nacionales (APN), repartición que trabajarán junto a las comunidades locales y organizaciones ambientalistas.
Mendoza dispone de tres parques provinciales (Aconcagua, Tupungato y Cordón del Plata), en tanto que los parques nacionales en el país alcanzan a 36. En este contexto, Catamarca y Mendoza son las únicas provincias que no cuentan con estos espacios.
El predio de Uspallata que finalmente se utilizaría como área de parque nacional, se inscribe en el convenio marco de cooperación suscripto por el Ministerio de Defensa y la Administración de Parques Nacionales en mayo de 2007.
Esta iniciativa permitió determinar y relevar predios de dominio del Estado Nacional en uso y habilitó al Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas a efectuar relevamientos técnicos que confirmen sus valores y, de ser pertinente, propiciar su declaración como reservas naturales.
Desde entonces, se crearon 18 Reservas Naturales de la Defensa y tres reservas urbanas, en el marco de un modelo de conservación que hace punta en América Latina.
Hace dos semanas, el presidente de la Administración de Parques Nacionales, Federico Granato, participó de una jornada informativa realizada en Uspallata, en la que se brindaron detalles sobre el proyecto.
Esta iniciativa, de concretarse, ofrecería muchas ventajas para la zona de Uspallata, que cobraría un impulso muy fuerte, no solo desde el punto de vista del turismo sustentable, sino también desde otros aspectos.
Estar bajo la tutela de parques nacionales ha permitido el desarrollo de Iguazú, en Misiones; de Bariloche, en Río Negro; de El Calafate, en Santa Cruz; de Ushuaia, en Tierra del Fuego; de los Esteros del Iberá, en Corrientes; de las ciudades adyacentes al parque nacional El Palmar, en Entre Ríos, para citar sólo algunos ejemplos donde esta estructura ha sido fuente generadora de riqueza y de trabajo.
Citando conceptos de la Fundación Hábitat y Desarrollo, interesa remarcar que “un parque nacional es una marca reconocida a nivel internacional (por las instituciones y el público turístico mundial), por garantizar el mayor compromiso de las naciones con sus áreas protegidas”.
Desde lo histórico y social, Uspallata tiene una relación muy estrecha con la epopeya libertadora realizada por el general José de San Martín, y en lo actual eso gravita en el hecho de ser sede de importantes regimientos del Ejército, como el RIM 16 y el Grupo de Artillería de Montaña 8.
También el valle contiene vestigios de la cultura inca, principalmente en lo que concierne al Qhapaq Ñan (o camino del Inca), sistema vial que exige un permanente cuidado y vigilancia.
También es importante que la comunidad de Uspallata se exprese a través de sus representantes sobre esta iniciativa, para que quienes viven en el área puedan aportar sus inquietudes y vivencias, y que el espacio a concretarse sea una palanca de progreso de la alta montaña en zona limítrofe, una forma de asegurar y potenciar la soberanía nacional.