Se señala que América Latina y el Caribe representan sólo el 6% de la población mundial. Los casi 625 millones de habitantes cuentan con un tercio de las reservas de agua dulce del planeta.
Sin embargo, el acceso al líquido en buenas condiciones revela que es un recurso mal repartido: 95% de la población regional dispone de acceso a agua potable, pero unos 34 millones de personas siguen sin contar con este imprescindible servicio.
Las comunidades de la región demandan de manera prioritaria conocer el verdadero valor del líquido vital, por el contraste que se vive en ella; ya que tan solo 70% de la población tiene acceso a agua en condiciones y 30% posee saneamiento de manera segura.
Estas y otras cuestiones vinculadas al recurso están siendo debatidas dentro de la Semana Mundial del Agua, que se desarrolla en Estocolmo (Suecia), con cierre el jueves 1 de septiembre, bajo la organización del prestigioso Instituto Internacional del Agua, con sede en la capital sueca.
En las reuniones se están abordando temas como La optimización y potencialización de la inversión en agua; Mejor toma de decisiones para la seguridad del agua; Herramientas para valorar los ecosistemas, soluciones basadas en la naturaleza; Promover el desarrollo mediante el poder del agua y el arte, entre otros.
Los 7 días de análisis del valor del agua configuran el punto focal anual para el tratamiento de los problemas mundiales que existen en torno al elemento, vital para el ser humano y el resto de los animales y seres vivos.
Es el evento anual de agua más importante del mundo que reúne a los principales expertos, tomadores de decisiones y líderes empresariales. En su seno se tratan aspectos desafiantes, desde seguridad alimentaria y salud cubriendo agricultura, tecnología, biodiversidad y clima.
¿Un foro de esta envergadura, puede tener repercusión en lugares como Mendoza, caracterizado por un ambiente semidesértico y con recurrentes crisis hídricas?
Expertos, como el doctor en Economía Agraria Armando Arturo Llop, señalan que gran parte de los temas del evento europeo tienen relevancia para Mendoza en particular y la Argentina en general. La gestión del agua es particularmente difícil en nuestro país, ya que por su condición federal, son las provincias las que manejan los recursos hídricos, lo que requiere mucho esfuerzo en coordinación y acuerdos a nivel de cuencas.
Mendoza, por su historia hídrica, constituye una suerte de unicidad en América Latina por la particular naturaleza de sus instituciones y el modo de gestión del agua. Es una provincia que ha derramado conocimientos al resto del país y varios países de América Latina. Muchas leyes provinciales de agua han nacido de la mano de profesionales locales.
Pese a las urgencias cotidianas de muchos habitantes por los salarios bajos, la inflación y la necesidad de acceder a las comidas diarias, disponer de agua para bebida y alimentación, es un requerimiento que está en la base de las urgencias a ser satisfechas. Esperemos que eso ocurra cuando se difundan las conclusiones del encuentro, tan importante como las Conferencias por el Ambiente de las Naciones Unidas, y que los sectores más desposeídos de la región alcancen en forma progresiva los beneficios de las políticas socio-hidro-ambientales de los paises desarrollados.
