Toda acción oficial para mejorar la seguridad pública en la provincia debe ser bien recibida y apoyada por la comunidad. Corresponde luego que las autoridades lleven a cabo lo que anuncian. Muchas veces las promesas en un tema tan sensible ilusionan a la población, pero terminan en simples deseos. La ciudadanía tiene a los hechos delictivos como una de sus principales preocupaciones.
Recientemente, desde este espacio valoramos la decisión judicial de evitar que las personas que cumplen condenas en las cárceles provinciales tengan fácil acceso a los teléfonos celulares, con los que aun detrás de las rejas, organizan hechos delictivos que llevan a cabo quienes les responden y libremente siguen vulnerando la acción de las fuerzas policiales.
Ahora, desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza explicaron que será centralizado el control de mecanismos con los que se busca actualmente combatir el delito, como cámaras de seguridad y las alarmas comunitarias que dependen de los departamentos. Todo quedará enfocado hacia el sistema que se opera a través del número telefónico 911.
Estos pretendidos avances se lograrán, obviamente, con una mejora sensible en materia tecnológica que complemente la tarea de calle que realizan tanto los efectivos de la Policía de Mendoza como los preventores que en seguridad tienen disponibles algunos municipios. Al respecto, hay una decidida intención del Ejecutivo provincial para que las autoridades departamentales se involucren más en el combate al delito.
La iniciativa mencionada es importante, ya que tanto en nuestra provincia como en gran parte de los centros urbanos más populosos del país el aporte de las cámaras se seguridad ha sido provechoso para observar cómo los delincuentes cometen delitos de todo tipo.
Sin embargo, la falta de eficiencia en la tarea complementaria que debe seguir a dicha observación ha transformado, en la mayoría de los casos, a la visualización de la acción delictiva mediante las cámaras en una suerte de espectáculo para los programas periodísticos televisivos, pero con pocos resultados en cuanto a la detención de quienes cometen los hechos ilícitos.
Como se informó en Los Andes a partir de datos aportados por el Gobierno, actualmente en las calles de Mendoza hay disponibles más de 3.000 cámaras, entre propias del Ministerio de Seguridad y las que corresponden a los municipios. Con las mejoras que se anuncian se incorporarían unas 500 que tienen habitualmente uso privado, tanto en domicilios como en comercios, estaciones de servicio, etc. Para optimizar el servicio que se pretende llevar a cabo será necesario que se cumpla con el funcionamiento de todo el equipamiento disponible durante las 24 horas y que se mejore la calidad de imagen, almacenamiento de los hechos captados, etc.
Es de esperar que todo el mejoramiento dado a conocer, y que las autoridades anunciarán oficialmente, forme parte de un real avance que conduzca a hacer efectiva la pregonada estrategia oficial de llegar a contar con la fuerza policial más tecnificada de esta región del país.
El combate del delito, en todas sus categorías, requiere de los esfuerzos de las autoridades de turno para mantener a las fuerzas de seguridad actualizadas y en constante progreso.
