No está solucionada en la capital mendocina la congestión vehicular en sus calles y las dificultades para estacionar, situación que se resume en el hecho de que casi a diario ingresan a la ciudad unos 250 mil vehículos.
Es de esperar que pronto se adopten medidas que resuelvan estos problemas que hacen del tránsito en la capital una cuestión complicada.
Es un rompecabezas persistente, que crece en volumen año a año y no alcanza a ser solucionado, no obstante, los mandatos del Plan Municipal de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de Mendoza, que plantea la necesidad de incentivar el transporte público, mejorar la conectividad y la accesibilidad y desalentar el uso de vehículos particulares.
Pasados los momentos más críticos de la pandemia de coronavirus durante los años 2020 y 2021, en los que la circulación de automotores se restringió mucho, desde hace un tiempo prolongado, con el descenso de los casos, el centro de la capital recuperó uno de sus aspectos más negativos: la congestión vehicular en sus calles y las dificultades para estacionar, situación que se resume en el hecho de que casi a diario ingresan a la ciudad, por lo menos de lunes a viernes, unos 250 mil vehículos, voluminoso parque automotor que se suma al ya existente y que pertenece a quienes residen en la jurisdicción.
Ante ese mayor movimiento de miles de rodados por las arterias de la Capital, las autoridades municipales proyectan retomar los planes de construcción de cocheras subterráneas de gran capacidad de estacionamiento, ubicadas en los accesos a la metrópolis.
La propuesta, de la que se viene hablando desde hace varios años, cuenta con el aval del Concejo Deliberante por medio de la Ordenanza Nº 3.971 de mayo de 2019.
El tema de las cocheras subterráneas, como lo confirmó a Los Andes el secretario de Desarrollo Urbano del municipio capitalino, Juan Manuel Filice, será reconsiderado en un plazo mediato “a través de una consulta a las (empresas) constructoras en el contexto del Laboratorio Urbano que funciona desde el año pasado, donde está la academia y los privados”.
El Gobierno municipal quiere ver cuál es el interés del sector privado en financiar y construir esos estacionamientos, que implican una compleja obra de ingeniería, y recuperar la inversión explotando esos servicios en el modo de una concesión por un determinado número de años.
También serán consultados expertos en urbanismo del medio para evaluar si es conveniente avanzar o no en esta solución, que ha dado resultado en el centro de Santiago, la capital chilena.
Nuestro diario explicó, en nota publicada el 31 de marzo pasado, que en 2019 se licitó la primera playa subterránea que iba a estar emplazada en calle Mariano Moreno, entre Paso de los Andes y Martínez de Rozas, donde se han levantado varios edificios en torre. El Grupo Cioffi iba a hacer la inversión, pero nunca se concretó, según admitieron desde la comuna.
De todos modos, el tema tendrá que ser debatido lo más ampliamente posible, tal como propone el municipio, porque no hay posiciones uniformes al respecto.
La arquitecta Gabriela Dorigo, del Observatorio del Desarrollo Urbano y del Colegio de Arquitectos de Mendoza, considera a los proyectados estacionamientos subterráneos en el centro de Mendoza como “una solución parcial que no responde al problema de fondo”.
Propone esta profesional que lo que habría que hacer es desarrollar unas determinadas acciones que desalentaran el ingreso del automóvil a los grandes centros urbanos, en lugar de generar nuevos espacios donde concentrarlos o almacenarlos.