Un hecho de gran relevancia para el país se produjo en estos días al concretarse la venta de un radar de uso civil, fabricado localmente por la empresa Invap, con sede en Río Negro, a un estado africano, Nigeria.
El proceso es muy interesante porque confirma lo que venimos sosteniendo en cuanto al nivel y la capacidad de gestión del sistema científico nacional.
Al concretarse la venta del radar de uso civil al país africano, se logra un hito de la industria nacional y una oportunidad para la empresa de acceder a nuevos mercados internacionales con productos similares u otros de su listado de producción.
Se trata de un radar RPA-200MC, similar a los RPA-240 con los que la compañía patagónica proveyó a la Fuerza Aérea Argentina, un equipo con un sistema que incluye un radar secundario y un radar primario 3D, con la característica de ser móvil.
El equipamiento fue trasladado al país adquirente por el avión de transporte militar más grande de la Fuerza Aérea Argentina, un Hércules C-130.
Invap, el fabricante del equipo, es una sociedad del Estado fundada en 1976, que se constituyó en un caso paradigmático de desarrollo nacional muy significativo.
Al conectar la investigación básica con la industria en áreas como tecnología nuclear, defensa, aeroespacial, seguridad, ambiente y medicina está a la vanguardia mundial de la tecnología de radares.
Utiliza técnicas consideradas el estado del arte en el área, conocidas como Software Defined Radars (Radares Definidos por Software).
El sistema, creado en San Carlos de Bariloche, tiene la capacidad de operar las 24 horas del día, los 365 días del año, con bajos costos logísticos y operativos durante todo su ciclo de vida.
Además, puede ser operado de manera remota e integrado a sistemas de gerenciamiento de tránsito (ATM) y comando y control multi-sensor.
Esta integración minimiza la dotación de personal necesario para operar el radar.
Interesa recordar que en las instalaciones rionegrinas se ha desarrollado un proceso durante más de 20 años, que ha generado investigadores, conocimiento y capacidades de altísimo valor y potencial.
Esto se ha materializado en programas de punta que abarcan la tecnología radar para el espacio, la implementación del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica) para garantía de la soberanía nacional, en el ámbito del Ministerio de Defensa, y para la seguridad de la aeronavegación, así como y el programa de radares meteorológicos, entre otros.
Los avances conseguidos en Invap permiten la comparación con otro sector científico local de vanguardia, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), en el ámbito del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que está por cumplir 32 años de existencia, con objetivo de llevar adelante el Plan Espacial Nacional.
Entre sus realizaciones se cuenta la serie SAC de cuatro satélites argentinos de aplicaciones científicas (SAC-A, SAC-B, SAC-C y SAC-D/Aquarius) y la Constelación Saocom recientemente completada, compuesta por los satélites de observación de la Tierra Saocom 1A y 1B, cuyo radar SAR en banda L, fabricado en el país, es único en el mundo.
Entonces, sintetizando, se trata de logros que deberían permitirnos tener esperanzas de mejoría en otros ámbitos de la realidad del país, donde la capacidad de inventiva y creación no se ve plasmada y duelen realidades como la pobreza, la falta de oportunidades laborales y las defecciones en materia de salarios y empleo genuino.
