La Conferencia de las Partes (COP) es la cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidades sobre el Cambio Climático (CMNUCC), donde se reúnen los 196 países que la componen, más la Unión Europea.
Son los encuentros en los cuales se generan instrumentos para alcanzar acuerdos internacionales vinculantes en relación la reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
La primera reunión de este tipo se realizó en Berlín (Alemania), en marzo de 1995. La última, la COP 29, hace dos meses y se llevó a cabo en la ciudad de Bakú (Azerbaiyán), país localizado entre Asia Occidental y Europa Oriental.
Como señalara el especialista Víctor Resco de Dios, de la plataforma editorial The Conversation, uno de estos trascendentes foros fue la COP3 (en Kioto, Japón), en 1997, ya que allí se establecieron una serie de compromisos para lograr la descarbonización de la sociedad.
Otra cita de COP relevante fue la de París 2015. Se suscribió un acuerdo para limitar el calentamiento climático a 2ºC y donde se incluía la meta de limitarlo a 1,5ºC para 2050.
La COP29 de Bakú estuvo marcada por las grandes ausencias de las naciones que tienen mucho por hacer en cuanto a reducciones de emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera, como Estados Unidos, Alemania, Francia, China e India, entre otros.
Entonces, los resultados no fueron tan auspiciosos porque los grandes países industriales no aportaron al debate, que se centró en la llamada financiación climática, que posibilitará a los países en desarrollo reducir sus emisiones y acceder a otras fuentes de energía de modo de morigerar los efectos de la crisis climática. El acuerdo final en este rubro fue de 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035, monto que está muy por debajo de los 1,3 billones que exigen los estados más afectados por el cambio climático.
Un factor positivo de Azerbaiyán fue el tratamiento del tema de los mercados de carbono, aprobándose un mecanismo que será regulado por las Naciones Unidas y que ya estaba previsto en el Acuerdo de París de 2015. Este nuevo sistema deberá ajustarse a normas científicas del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático. Además, los países participantes tendrán que informar a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático sobre cómo calculan las emisiones comercializadas y cómo garantizan que los proyectos respeten los derechos humanos y laborales, así como los de las comunidades afectadas.
En cuanto a los combustibles fósiles no se avanzó mucho. De acuerdo a la periodista peruana Sally Jabiel, “el acuerdo histórico de la COP28, que estableció el ‘principio del fin’ de los combustibles fósiles, no tuvo continuidad en Bakú”. Pero, en uno de los textos aprobados en la cumbre, se reafirmó “la necesidad de reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en consonancia con las trayectorias de 1,5 °C”, pero los firmantes no incluyeron una mención explícita al fin de los combustibles fósiles.
Ahora, las expectativas en materia de cambio climático están centradas en la próxima cumbre, que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém do Pará, Brasil. Las Naciones Unidas ha elegido Brasil para acoger la reunión internacional sobre el clima, COP30, nada menos que en la Amazonia, una zona de la tierra que es patrimonio de la Humanidad por sus ríos, sus bosques y su fauna.
¿Asistirá nuestro país a este conclave mundial donde tantos intereses de la región se discutirán? Hay que recordar que el Gobierno nacional retiró a la delegación argentina que estaba participando de la reciente COP 29, en medio del encuentro.
