El ruido innecesario y excesivo que generan cierto tipo de vehículos, como motocicletas con caños de escape libre o automóviles y camionetas con equipos y parlantes sonando a todo volumen, degradan el ambiente y aportan a la contaminación acústica en las ciudades, además de traer aparejados muchos problemas de convivencia.
Es verdad que estas molestias se han reducido en los últimos tiempos, tanto en el radio urbano céntrico como en los barrios, pero todavía subsisten ejemplos de esta situación en muchos lugares, teniendo por causa principal los escapes libres en diferentes rodados del parque automotor.
Cualquier habitante de los departamentos del Gran Mendoza puede dar cuenta de esta situación en las calles que frecuenta o en los conglomerados donde vive, especialmente en avenidas y calles de tránsito intenso.
Por eso debe considerarse acertada la medida que adoptó la Municipalidad de Godoy Cruz, que puso en funcionamiento dos decibelímetros para combatir los ruidos molestos en su jurisdicción. Son instrumentos, también llamados sonómetros, que permite medir el nivel de presión acústica, expresado en dB (decibel). Está diseñado para responder al sonido casi de la misma forma que el oído humano y proporcionar mediciones objetivas y reproducibles del nivel de presión acústica.
Según la Ley Provincial de Tránsito 9024 la medición de ruido emanado de los vehículos se efectuará con un decibelímetro escala 60–120dbA. Para regular la contaminación sonora, se establecieron límites máximos de decibeles (dB), según la cilindrada de cada motor.
En el caso de bicicletas con motor, ciclomotores, motocicletas y todo vehículo que no supere los 3.000 kg, el límite es de 85 dbA. Mientras que los vehículos que superen los 3.000 Kg tienen un límite de 90 dbA.
Durante la noche de un jueves y la madrugada siguiente, personal de la Dirección General de Gestión de Tránsito, realizó un operativo de control en el barrio Trapiche y zonas aledaños, logrando interceptar el desplazamiento de seis motocicletas que producían un estruendo superior al permitido para circular, producido por el escape libre de esos rodados. En tal sentido esas unidades fueron secuestradas y podrán ser recuperadas por sus dueños cuando se soluciona el problema de contaminación sonora.
El propósito del municipio señalado es desalentar los ruidos molestos para los vecinos, toda vez que el problema de contaminación sonora perjudica y lesiona el derecho de terceros, que sólo aspiran a vivir dentro de un clima de tranquilidad.
Entonces, está bien el operativo realizado por Godoy Cruz, que, sin embargo, debe ser más amplio y para lograr abarcar más inspecciones, se deben adquirir un mayor número de instrumentos de control.
Además, otras policías viales de las restantes jurisdicciones deben salir a la calle a realizar procedimientos similares al comentado. En determinado momento, Luján de Cuyo lo hizo, pero sus instrumentos no estaban homologados y los operativos cesaron.
Se necesitan reglas claras para que la convivencia pueda ser mejor. Para lograr centros urbanos que promuevan el disfrute del espacio público con orden y respeto por el otro.
Los ruidos molestos en la vía pública, que reiteramos, han bajado, malogran el disfrute del espacio público para todos y, principalmente, cuando se realizan a altas horas de la madrugada generando inconvenientes a los vecinos en su descanso.
Pero, en materia de tránsito provincial, y aunque sea otro tema distinto al planteado aquí, la mayor energía debe ser puesta en la neutralización de los conductores que manejan con concentración de alcohol en sangre fuera de los niveles permitidos.
