La ciudadanía que mantiene el reclamo por la recuperación de la soberanía de las Islas Malvinas, ilegalmente arrebatadas por el Reino Unido en el siglo XIX, mantiene su preocupación por el asunto, no obstante, recientes anuncios del gobierno inglés.
El portavoz del primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, dijo hace días que “la cuestión de las Islas Malvinas es un tema resuelto hace tiempo y que no hay planes de revisar la posición británica”.
El Gobierno argentino rechazó dichas expresiones y recordó la existencia de una controversia entre la Argentina y el Reino Unido con respecto a la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Esa diferencia ha sido reconocida por la Asamblea General de Naciones Unidas, mediante la resolución 2065 en 1965, que prescribe que en las negociaciones para encontrar una solución a la disputa deben ser tenidos en cuenta los intereses de los habitantes de las islas, y no sus deseos, excluyendo la aplicación de la libre determinación de esos pobladores para este caso en particular.
Esa posición de la organización internacional fundada en 1945 fue reiterada muchas veces por la propia Asamblea y su Comité Especial de Descolonización, así como otros foros regionales y multilaterales. Además, en septiembre pasado se obtuvo el respaldo en el mismo sentido del Grupo de los 77 (G77) y China.
Así las cosas y en vistas del escenario internacional, habrá que ver cómo encara esta prolongada demanda argentina el gobierno de La Libertad Avanza (LLA), justo cuando se están cumpliendo 40 años de democracia.
La sociedad aguarda los anuncios en este trascendental asunto por parte del gobierno que está por asumir, y si la próxima Cancillería reanudará de inmediato las negociaciones bilaterales, lo que constituye una política de Estado que está consagrada en la cláusula transitoria primera de la Constitución Nacional.
Por otra parte, tampoco se sabe si la administración que asumirá el próximo 10 de diciembre mantendrá la medida de gobierno de realizar una capacitación obligatoria, periódica y permanente sobre Malvinas para todas las personas que se desempeñan en los tres poderes del Estado, según la ley N° 27.671 aprobada en 2022 por el Congreso de la Nacional. El objetivo de la norma es garantizar la formación integral de quienes se desempeñan en la función pública en todos sus niveles y jerarquías sobre los fundamentos que sustentan la posición argentina en relación con la cuestión de las Islas Malvinas.
Se esperan definiciones del gobierno entrante sobre el asunto y los anuncios que al respecto hará la designada canciller Diana Elena Mondino.
Es verdad que el pueblo está muy preocupado por la inflación, el empleo y los precios de la canasta básica, pero sigue manteniendo a Malvinas como una causa nacional que no debe ser olvidada por ningún motivo, muy a pesar de las casi negativas señales del gobierno británico.
Además, y como ha señalado un exdiplomático mendocino, Jorge Lidio Viñuela, no debe perderse de vista el claro hostigamiento inglés que mantiene activa una poderosa base militar en Monte Agradable, a 45 km al sur de Puerto Argentino, con el estacionamiento en ese lugar del submarino a propulsión nuclear Conqueror, que es el mismo que hundió a nuestro crucero General Manuel Belgrano, causando la muerte a 323 argentinos, casi la mitad de los fallecidos durante la guerra de 1982.
