El panorama de los museos públicos de Mendoza ha mejorado significativamente, con la recuperación de establecimientos que ahora exponen con solvencia su patrimonio al público local y a los visitantes.
Una situación muy diferente a la que se registraba hace siete u ocho años atrás cuando estaban cerrados, entre otros, el Museo Provincial de Bellas Artes-Casa de Fader y el Museo Municipal de Arte Municipal de Moderno de Mendoza (MMAMM).
La actualidad no es la panacea ni invita a ‘tirar manteca al techo’, pero los espacios reservados para difundir las artes visuales y la historia provincial, han mejorado de manera determinada.
En este sentido, pronto el público apreciará la nueva cara del Museo del Área Fundacional (MAF), remodelado y modernizado. En el área privada una obra muy esperada es la intervención del Museo del Pasado Cuyano, eslabón imprescindible para conocer la historia de la ciudad y la provincia.
En cuanto al Fader, en su estratégica ubicación de avenida San Martín 3651 (Mayor Drummond), la recorrida por sus instalaciones sigue emocionando a los visitantes porque el complejo luce acorde a su condición de faro de la cultura, tanto en el parque exterior como en el interior de sus salas.
Sostenemos que así debe permanecer, con un mantenimiento periódico y un cuidado exigente y constante para que el patrimonio que conforman el edificio y su contenido -las obras de arte-, se mantengan en la mejor condición.
La casona de la familia Guiñazú ha sido recuperada y remodelada gracias a una fuerte actividad de profesionales dedicados a la conservación, la historia del arte, el patrimonio y la museología. Está labor fue realizada por al menos diez mujeres, conducidas por la actual directora de Patrimonio de la Provincia, Cristina Sonego.
En tanto, las colecciones fueron registradas en bases de datos digitales, sus archivos han sido puestos en valor y lo mismo ha ocurrido con el área de biblioteca.
Al momento de escribir este comentario está en cartelera y por varias semanas, la exposición “Bajo el signo del paisaje”, que puede ser considerada como un ensayo sobre el paisaje.
El museo logra de esta manera exhibir más de 100 obras, a través de trabajos, entre otros, del propio dueño de casa, Fernando Fader, Fidel De Lucía, Juan Scalco, Rosario Moreno, Roberto Azzoni, Arturo Anzalone, José Alaminos, Vicente Lahir Estrella y Julio Suárez Marzal. La lista, obviamente, es más amplia.
Autoridades del museo y representantes de la curadoría de la muestra aseguran que dentro del periodo de actividades que se abrirá con el nuevo año, se desarrollarán otras propuestas artísticas.
El objetivo es ir mostrando todo el patrimonio que dispone la institución, principalmente la colección de pinturas de Fernando Fader, la más importante del interior del país.
El acervo del museo supera las 1.700 obras y como es imposible mostrar todo ese conjunto de cuadros, es que se recurrirá a la modalidad de muestras ensayo como la actual en exhibición, o a otros formatos.
Los grandes museos del mundo, como el Louvre, tienen alrededor del 8% de su colección expuesta. En el caso del Fader, en este momento, con la presente exposición, está a la vista el 6% de su patrimonio.
Una línea final para señalar que además el Provincial de Bellas Artes ha inaugurado el nuevo sistema expositivo, y que en veinte días habilitará modernos sanitarios en un sector del predio, un servicio imprescindible que se brindaba de manera deficiente.
