La reciente Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), realizada en Mendoza, dejó interesantes puntos de vista de los empresarios presentes sobre el rumbo de la economía argentina en base a las políticas implementadas por la actual administración nacional.
Como bien se señaló a través de la cobertura periodística de Los Andes, hubo una amplia defensa del modelo económico implementado por el gobierno del presidente Javier Milei por coincidir con la demanda del empresariado, en la mayoría de sus especialidades, durante mucho tiempo en el país.
Es que las medidas tendientes a lograr una mayor apertura comercial al mundo, dejando atrás trabas y requisitos agobiantes, incentiva a la producción y permite ingresar en un campo de competitividad siempre auspicioso.
Por ello, en ese marco, la mayoría de los presentes en el cónclave del IAEF se mostraron, a su vez, deseosos de que se den las condiciones para la recuperación del consumo a nivel interno mediante un equilibrio entre la desaceleración de la inflación, estancada en los últimos cuatro meses en torno al 4%, la reducción de las cargas impositivas y la siempre pregonada desregulación.
El actual cuadro recesivo no deja de preocupar. La siempre pregonada recuperación del salario debe ser un objetivo del Gobierno en el escenario económico del momento.
Todo proceso apuntado a la merma rápida de la inflación suele conducir a una caída en el consumo para la que las empresas también deben prepararse.
Justamente, la reducción de las cargas impositivas fue uno de los aspectos en los que enfatizaron distintos referentes empresarios consultados por la prensa. Es por ello que se estima que la reducción del impuesto País, que el presidente de la Nación prometió erradicar definitivamente en el último mes de este año, permitirá a las grandes empresas destinar mayor cantidad de recursos al equipamiento, lo que, a su vez, derivaría en la posibilidad de competir en mejores condiciones con la importación. A la vez, animarse a un exigente mercado externo.
En este punto vale poner el objetivo, ya que los empresarios tienen una amplia coincidencia, en línea con el gobierno nacional, sobre la fuerte apuesta que han hecho las autoridades en su primer año de gestión para reducir el gasto y buscar el equilibrio fiscal, que la administración de Javier Milei logró en tiempo récord.
En su alocución y conversación con los asistentes, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, Federico Sturzenegger, explicó muchos conceptos fundamentales de la política que lleva a cabo el gobierno que integra. Mencionó en tal sentido el mérito de haber logrado superávit fiscal en solo un mes de gestión. “La batalla de la macroeconomía tiene como objetivo central el equilibrio fiscal”, indicó.
En ese contexto, el funcionario les pidió a los empresarios que no reclamen bajar impuestos sino gastos. “Así se baja la carga tributaria”, sentenció. Y fue elogioso de la administración de Mendoza y de cómo desde el INV se aporta en la organización de la industria del vino. Lo citó como ejemplo.
Queda claro, por lo tanto, que el apoyo político que recibió la Ley Bases, con la que el Gobierno buscó comenzar a remover trabas burocráticas y financieras que hicieron que durante décadas la Argentina anduviera a los tumbos, requiere del esfuerzo de los distintos actores de la vida económica y del campo laboral. Y de un Estado con los límites justos y necesarios para acompañar y alentar el esfuerzo privado.