La provincia de Mendoza postulará, ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a la Vendimia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Hace algunas jornadas, en el Día del Patrimonio Cultural de Mendoza, la senadora Gabriela Testa (UCR) presentó un proyecto de ley con el objeto de incluir a la Fiesta Nacional de la Vendimia en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, al considerar a esta manifestación del trabajo mendocino la más relevante de la provincia.
La iniciativa, como señala el medio digital “Enolife. La vida del vino”, retoma una propuesta lanzada en 2001 mediante la ley 6.915 (el “Foro Unesco”), durante la gobernación de Roberto Iglesias para promocionar la candidatura y luego reimpulsada por diversos legisladores, entre otros, el senador provincial Juan Antonio Agulles (FpV 2016) y el senador nacional radical Luis Borsani (2019), además la Academia Argentina de la Vid y el Vino (2012). Asimismo, en la gobernación de Alfredo Cornejo, se hicieron gestiones tras el mismo objetivo.
De la propuesta del gobierno de Iglesias han pasado dos décadas y 15 años han transcurrido desde que el país, mediante la ley 26.118, adhirió a la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, establecida por la Unesco–ONU el 3 de noviembre de 2003.
Como se ve existen diversos argumentos y fundamentaciones para que nuestra fiesta máxima pueda competir con otros eventos de otros rincones del mundo e integrar la selecta lista de manifestaciones culturales de primera magnitud.
Habrá que recordar que la Fiesta de la Vendimia surgió como ‘provincial’ en abril de 1936, por lo que está cumpliendo 85 años de vida. Fue una iniciativa del gobierno demócrata de Guillermo Cano, quien se inspiró en un viaje a Italia, donde conoció una celebración relacionada con la vid en un pueblo de la península, que anualmente elegía una reina y una canción vinculada al suceso.
De regreso de ese paseo por el Viejo Continente pidió al entonces ministro de Industrias y Obras Públicas, Frank Romero Day, que creara un festejo similar en Mendoza.
La propuesta actual seguramente retomará los argumentos de las anteriores postulaciones de convertir a la Vendimia en un patrimonio inmaterial no ya de los mendocinos y los argentinos sino de todo el mundo.
Si se lograra concretar esta petición, los efectos del logro serían inconmensurables para la proyección internacional de Mendoza, especialmente en el competitivo y siempre disputado ámbito del turismo, sector en el que la provincia viene logrando buenos posicionamientos, no obstante, los muchos aspectos en servicios en los que hay que mejorar todavía.
El patrimonio cultural se refiere a aquellos elementos y manifestaciones materiales o inmateriales producidas por las distintas comunidades sociales a través del tiempo.
Dicho patrimonio constituye la memoria y el legado de los antepasados que se transmite a las generaciones presentes y futuras, contribuyendo así a la formación del sentido de comunidad e identidad.
En el país existen tres manifestaciones incorporadas a la lista del Patrimonio Cultural intangible de la Humanidad: el tango y el filete porteño impulsados por el Gobierno de CABA y más recientemente el Chamamé, expresión de música y danza del litoral argentino, tramitado por el gobierno de Corrientes.
Este último se encuentra colaborando con asesoramiento técnico para la postulación de nuestra fiesta.