Educación actual 

Educación actual 
Educación actual 

Pertenezco a una generación en la que no había televisión, celulares, internet ni video juegos. En mi caso, concurría al Colegio Lasalle en los turnos mañana y tarde. Los profesores daban tareas a realizar en  casa y ello nunca impidió que practicara deportes, fuera al cine y, sobre todo, leyera. La lectura siempre fue una puerta a lo infinito, a entrar en mundos maravillosos que ampliaban nuestros horizontes. Prácticamente no había interrupciones de ninguna clase en nuestro periodo escolar.

Hoy la técnica ganó un lugar preferencial, no se si para mejor. La lectura dejó de ser un hábito.Es evidente que los tiempos han cambiado, la situación económica requiere que, en muchos casos  ambos padres trabajen, estén más alejados de la situación docente y la comunicación familiar se torne más distante.

A la par, la remuneración  de los docentes ha ido alejándose de lo justo para tan  esencial función. Aclararemos que la misión del educador es, precisamente, educar y la de los padres formar, No obstante  parece que, en muchos casos, estos pretenden que todo venga de la escuela. A veces, la  forma de protestar, se torna airada, y cuando no hay límite, la agresión pasa a ser física, señalando un grave hecho y ejemplo. No se 
puede castigar un mal comportamiento ni poner una mala nota, que la reacción es inmediata. A veces el docente se ve con temor a hacerlo.Y casi no dan deberes.

Otro tema importante es la educación sexual obligatoria. No todos los niños tienen la misma madurez; imponerles un tema tan difícil sin el control paterno y sin la menor incidencia moral, es un gran riesgo y un verdadero peligro, pudiendo constituir un efecto contraproducente.

El período escolar, distinto al de antes, se  ve  mas disminuido por huelgas y paros por   los docentes, privilegiando lo económico a la docencia.El ítem aula, en nuestro medio, resistido por muchos pero eficaz hacedor de una mayor asistencia, contribuye a una mejor regulación.

Un reciente estudio determinó que el 50% de los alumnos secundarios dejó el colegio; el alarmante hecho demuestra la falta de dedicación o de estímulo para su mejoramiento personal en la vida. Tal vez pueda deberse a necesidades pecuniarias; de todos modos un hecho lamentable. No cabe duda que la docencia  es una vocación que no todos tienen,  de ambas partes y que merece la más completa consideración nacional. 
 
Felipe S. Pérez Dellepiane  

DNI 4.229.380

fspdellepiane@gmail.com

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