Es la única escena de desnudos que hay en toda la película que promete colocar a Alfonso Cuarón en la historia culposa de los Oscar (esa que está llena de todas las fobias raciales y de clase de que sufre Estados Unidos). Y él, el actor Jorge Antonio Guerrero, es el protagonista -un lujo que solo otros tres hombres han tenido en todo el filme-.
En esa escena, Guerrero juega desnudo a mostrarle a su enamorada (la actriz Yalitza Aparicio) una coregorafía de artes marciales.
Es una escena extraña, que invita al distanciamiento porque no sigue los dictados estilísticos del resto del filme, que siguen al pie de la letra los postulados de las escuelitas de cine-arte.
Y por esa escena, y un par más, Jorge Antonio Guerrero fue convidado a "vivir el sueño americano" que muchos de sus compatriotas mexicanos ven estrellarse en el muro que impulsa Trump: pisar la alfombra de los Oscar como uno de la crema cinematográfica internacional.
De hecho, el actor es noticia no por su capacidad artística para el rol que le tocó en suerte sino porque las férreas leyes inmigratorias del país del norte le prohíben a los morochos latinos y pobres atravesar la frontera: más agua para el molino del premio culposo a "Roma".
Guerrero pidió la visa en tres ocasiones para poder entrar a Estados Unidos y participar de la gala de los premios. Pero, en todos los casos, el permiso le fue negado; según contó la revista "Quién".
Pero claro, Netflix y el poderoso lobby de prensa para que la película gane han jugado a favor del actor y, finalmente, el joven podrá ponerse el frac para ser parte del asunto. ¿Final feliz o más promo para la película? Lo dejamos a tu criterio