De las películas de Hollywood a la realidad, nos separa un abismo. Vemos cintas en las que las parejas disfrutan de prolongadas sesiones sexuales, pero, ¿eso es real? El mercado nos invade con artículos que aseguran tener la receta para aumentar la media del acto sexual: posiciones para que ellos duren más, posturas para que ellas logren el clímax, lugares dónde tocar para que el acto sexual sea verdaderamente explosivo, pero: ¿qué se dice del tiempo?, ¿cuánto es el promedio del acto sexual? Quien asegura que su récord es de 30 minutos es merecedor de nuestro mejor seño de desconfianza, pues, existen estudios científicos que confirman cuánto es el tiempo de una sesión de coito continuada y, está lejos de ese número.
¿Cuántos minutos son suficientes para decir que el acto sexual cumple con el tiempo científicamente correcto? ¿Existe el tiempo en las sesiones amorosas? Parece que sí y, si bien no colocamos un cronómetro para verificar si lo cumplimos o no, la ciencia estima que alcanzar estos periodos garantiza no solo buenos resultados sexuales sino también, beneficios para nuestra salud física y emocional. Si realizamos una encuesta, notaremos que la gente miente. ¿Por qué? Nadie quiere decir que es ineficaz en temas de sábanas, pero una investigación hecha por Keith Ablow profesional de la salud- arrojó como resultado que el 80% de los encuestados querían disfrutar de sesiones sexuales de hasta media hora y, si es posible, más. Sin saber que la duración real dura mucho menos.
Según investigadores, el promedio es de seis minutos. Sin embargo, existen muchas herramientas para prolongar el tiempo de disfrute ya que estos minutos hacen referencia al momento de penetración y no así al acto sexual en su totalidad. Según Romina Reta, psicóloga, este tema es uno de los más considerados, especialmente por los hombres. Las investigaciones más recientes datan de 2017 donde se estableció que el tiempo "promedio" es aproximadamente de 5,5 minutos. Considerando el inicio de la penetración y el fin la eyaculación masculina. "Pero en el plano de los vínculos, la realidad es que el placer poco entiende de relojes sino de las propias percepciones subjetivas y personales. Además, lo que no se considera en el tiempo de duración es el juego previo, momento de mayor conexión y placer que determinará en gran medida la calidad de la relación sexual posterior y, sin dudas su tiempo de duración".
Según la investigación del psicólogo Brendan Zietsch -de la Universidad de Queensland, Australia- la edad es un factor importante al momento de establecer un tiempo promedio. En las personas de mayor edad las relaciones duran menos, pero, "es lógico si lo pensamos en términos orgánicos donde ya en muchos casos con el paso del tiempo van interfiriendo factores que dificultan -por ejemplo- la erección en el hombre o la lubricación en la mujer, pero eso influye en la medida que sólo se considera relación sexual el momento de la mera penetración", añade la profesional.
El psicólogo y especialista en sexualidad Claudio Pilot sostiene que "el juego previo es parte de la actividad sexual, muchas veces es más importante que el acto de penetración en sí. Mientras el tiempo de duración del acto sexual sea consensuado y voluntario, yo no lo reduciría a determinada cantidad de minutos. Lo importante es que se pueda controlar voluntariamente la llegada al orgasmo, por ejemplo". En caso de hacerse "muy largo" el acto de penetración, puede generar irritación, molestia o malestar en la zona.
Cómo reconocer un buen tiempo en el acto sexual
Estamos en una cultura machista y falocéntrica, donde parece que sólo es más importante el pene, la penetración y el disfrute del hombre. Entonces, cuando él eyacula, se acaba la relación sexual. Pero esto es un mito que hay que destruir: "ambas personas tienen el mismo nivel de importancia para determinar la duración de la actividad sexual, indistintamente del género u orientación sexual. Si nos basáramos exclusivamente en el tiempo de eyaculación del hombre, ¿cómo mediríamos la duración de la actividad sexual entre dos mujeres? Y si la relación fuese entre dos hombres, ¿cuál determinaría la duración del acto sexual?", añade el profesional.
En relaciones heterosexuales, la actividad sexual no finaliza con la eyaculación, continúa más allá de ella. Si el hombre termina antes que la mujer: eso no marca el fin. Perderá la erección, pero puede seguir estimulando a su pareja. Sin embargo, si el hombre se adelanta en el juego, entramos en el plano de lo patológico. "Cuando hablamos de eyaculación precoz tenemos que pensar en una patología multicausal, orgánica y/o psicológica, que requiere un abordaje para que se revierta", afirma Reta.
A nivel del estado físico, la edad de la pareja influye en la duración del acto sexual: "implica realizar un esfuerzo, en algunas ocasiones casi similar a algún ejercicio o actividad deportiva, dependiendo de cuán intenso sea. Entonces, las personas más jóvenes, de alrededor de 20 años, pueden tener varias actividades sexuales de penetración y orgasmo en un mismo día o en una noche. En cambio, si la pareja es más grande, por ejemplo que las personas tengan 60 años, probablemente prioricen la calidad y no la cantidad de actos de penetración, entonces con una sola vez les será suficiente", dice Pilot.
El tiempo que la pareja lleve junta influye en la duración del acto sexual. "A medida que se conocen más, los tiempos de excitación y orgasmo tienden a equilibrarse, pudiendo lograrse los momentos de máximo placer de forma simultánea. Sin embargo, no está de más aclarar que este no es el objetivo de todas las parejas, lo importante es disfrutar más allá del orgasmo".
Hay varios factores que pueden afectar la duración de un acto sexual. Desde lo psicológico por ejemplo, la ansiedad influye para que los tiempos sean más cortos. Por el contrario, factores como el estrés, el cansancio mental o físico, tener hambre o sueño, estar bajo el efecto de alcohol u otras sustancias, influyen para que el acto sexual se haga más largo, incluso a veces no se alcanza el orgasmo.
Cómo “alargar” el tiempo
No hay que guiarse por un "tiempo promedio universal", ni aspirar a durar lo que dura tal o cual pareja. "Si se quiere prolongar el acto sexual, es aconsejable hacer bastante juego previo, destinar tiempo a besos, abrazos y caricias. Practicar también sexo oral. Si se hace penetración vaginal o anal, tiene que realizarse en forma lenta y tranquila. De esa forma, se puede 'alargar' la duración", agrega Claudio Pilot.
Pensar la sexualidad como un área del funcionamiento del ser humano en constante construcción, según la etapa evolutiva de cada persona y sus circunstancias, propia personal y subjetiva nos permite despegarnos de prejuicios y tabúes sociales culturales y religiosos impuestos y, la mayor de las veces limitantes. “Hay que animarse a conocerse y sentir placer en sus múltiples formas”, cierra Reta.