Nos entusiasmamos en conocer Andalucía y organizamos un tour. Partimos de Las Ventas, plaza de toros en Madrid. Nuestra primera parada fue Toledo. Caminamos por sus estrechas callecitas llenas de historias, visitamos la Catedral y su famoso lucernario, la pinacoteca de la sacristía, la custodia de oro más grande de la cristiandad que sale en procesión el Jueves Santo y una Biblia que perteneció a Luis XV, rey de Francia.
Otro lugar interesante fue la visita a la Iglesia de Santo Tomé donde el Greco colocó su famosa pintura: El entierro del Conde de Orgaz.
Seguimos la ruta, probamos queso manchego en una venta de época cervantina, pasamos las serranías de Despeñaperros y fuimos a descansar finalmente en Sevilla. Nos esperaba un día inolvidabl: los Alcázares Reales, la Catedral, impresionante en su tamaño, con un retablo mayor magnífico. Luego me llamó la atención el Archivo General de Indias, las murallas romanas vecinas a este edificio los parques y las plazas.
Al otro día navegamos el Guadalquivir con su curva de ballesta, admiramos la Torre de Oro y terminamos en un tablado al lado de la plaza de toros La Maestranza con un colorido espectáculo de bailes regionales.
Me gustó Sevilla, me gustó la simpatía de su gente, su gracia natural.
Próxima parada, Córdoba, cargada de historia y monumentos únicos. Lo más sobresaliente es un puente romano cerca de la mezquita cuyo interior es sorprendente en el que se distinguen columnas de doble arcada de colores naturales y rojizos. En el centro de la mezquita el cristianismo ubicó una soberbia catedral. El coro y el altar mayor con tallas de madera impactantes.
El viaje continuó por Granada, donde se respira el aire de la añoranza y el recuerdo de la esplendorosa cultura árabe. En esta ciudad sobresale con brillo único la Alhambra. Se opone su sobriedad exterior a su rico y deslumbrante interior: arcos, estanques de agua clara, paredes con mosaicos y caligrafías árabes que recuerdan los versos del Corán; techos adornados con arabescos, todo de gran preciosismo decorativo. Salimos maravillados.
Granada atesora una de las mayores catedrales del Renacimiento español en cuya capilla real está el mausoleo de los Reyes Católicos.
Seguimos viaje a Málaga, ciudad, puerto, playas: Puerto Banús, Marbella……
La catedral, magnífica. Llegamos justo para la Semana Santa y asistimos a la preparación de los pasos -carros ornamentados con estatuas de nuestro Señor Jesús y diferentes advocaciones de la Virgen María-. Demostración plena de emoción, sentimientos y fiestas.
La última etapa del viaje terminó en un almuerzo: he aquí mi sorpresa. Destino, ciudad de Úbeda. Lugar, palacio renacentista, hoy parador nacional, espléndido salón comedor, grandes ventanales, pesadas cortinas, paredes adornadas con marqueterías doradas. Gran mesa con vajilla antigua decorada con detalles celestes, cristalería tallada. Brindamos por el excelente viaje, justo el día de mi cumpleaños.
Nunca soñé un cumpleaños con tanta ceremonia y esplendor. Un recuerdo inolvidable.