El Globo ganó, gustó... y sí, le faltó golear. Porque nadie en su sano juicio podrá negar que ayer Huracán se quedó corto en el resultado. El 1 a 0 es un marcador amarrete para la real diferencia que hubo entre el equipo de Martín Astudillo y Círculo Deportivo de Comandante Nicanor Otamendi.
La propuesta de la visita fue igual de mezquina. Un tanto por mérito del funcionamiento de Huracán y otro tanto por las limitaciones de un conjunto que llegó a Las Heras con el único argumento de tratar de destruir los circuitos futbolísticos de los lasherinos.
Federico Cosentino fue un espectador de lujo y sólo tuvo que revolcarse para intentar tapar un zurdazo de Atlante que se fue apenas ancho contra el palo derecho ¡recién a los 19' del complemento!
Huracán conserva la identidad que le imprimió el Cachorro Abaurre. Pone la pelota contra el piso e intenta asociarse en cada sector de la cancha. El 4-4-2 se hace un 4-3-3 en la salida rival para presiona alto e intentar recuperar el balón lo más rápido posible. Ayer, su peor pecado fue la falta de sintonía fina a la hora de darle un pase a la red. Cuando no definió mal, Herrera, Lucero y Hong se toparon con Sergio Del Curto, quien tapó tres situaciones nítidas de gol. El que sí pudo fue el goleador menos pensado: Nico Inostroza, quien aprovechó un centro perfecto de Gabriel Vallés.
Algunos plateístas se enojan cuando el pase va para atrás. Pero cuando ese es un recurso para limpiar la zona, no perder la posesión y volver a empezar, no está mal. Ayer, con Cámara de entrada, el equipo ganó en el primer pase, ese eslabón de salida, factor clave para cualquier equipo. Y si bien faltó la desfachatez y gambeta del Flaco Ceresole, Matías Birge acompañó bien y se multiplicó en la recuperación del balón. El jugador clave de Huracán es Hernán Tifner. Lo golpearon mucho y, extenuado, dejó el campo de juego bajo un aplauso sostenido.
El Globo ganó, gustó y, si bien le faltó traducir la superioridad en un resultado mayor, sigue de cerca al puntero Maipú y se abraza a la ilusión del ascenso.