Desde Usuhaia hasta La Quiaca y desde Uspallata hasta Vicente López es la misma pasión y el crecimiento sostenido. Así como en Mendoza cada vez hay más jugadores y, por ende, equipos que se suman a la actividad y han convertido a la provincia en super potencia, hoy en Buenos Aires la convocatoria para ver a la selección jugar en los Juegos Olimpicos de la Juventud, hace explotar el recinto como pasó contra Eslovaquia y en la derrota contra Irak, lo que obligó a que se habilitaran unas improvisadas tribunas de urgencia. Había siempre más de 5.000 personas. Record para estos juegos. Me hizo acordar a la inauguración del estadio cubierto en Mendoza con el partido entre Argentina y Colombia.
Uno siente que están perdiendo mucho las instituciones que los nuclea. Porque por un lado está la AFA y todo su aparato y del otro la Confederación Argentina de Fútbol de Salón. En esta última, Mendoza es gran potencia nacional con cuatro títulos de caballeros consecutivos y tres de damas.
El otro es el que nos representa en los Juegos y que fue campeón mundial de mayores, con lo que saca chapa.
Si ambos se juntaran y aprovecharan la movida, el monstruo tendría dos cabezas y sería imposible de frenar.
Pensaba también que falta les hacen a la selección Argentina algunos de los mendocinos que se cansaron de ganar y hasta fueron campeones del mundo Sub 20. Recordaba también que uno se juega en todo el país y que sureños y norteños suelen ser los que dan dolores de cabeza a los mendocinos, mientras que el otro hace pie en Capital Federal. La vieja historia de porteños y provincianos.
Hay dirigentes de ambos lados que sería bueno trabajar en conjunto. Otros no. Por ahora la actividad es figura indiscutida.