En la despedida del entrenador Sebastián Beccacece, quien será la mano derecha de Jorge Sampaoli, Defensa y Justicia logró ayer una agónica victoria sobre Chapecoense por 1-0 en el partido de ida de la segunda fase de la Sudamericana desarrollado en el Estadio Norberto Tomaghello, que vivió su primer partido internacional.
El Halcón festejó en el cuarto minuto de descuento de la segunda mitad cuando Nicolás Stefanelli peinó uno de los innumerables centros lanzados hacia el área brasileña y sometió al arquero Jandrei.
Fue un justo premio para el equipo de Florencio Varela que había dominado con claridad la segunda parte y despidió de la mejor manera a Beccacece, dado que lo hizo con un triunfo histórico. Ahora llegará el turno de Nelson Vivas, su nuevo conductor táctico, quien empezará a moldear el equipo con su receta para preparar el desquite que se realizará el 25 de julio en Chapecó.
Muy poco ofrecieron los protagonistas en los 45 minutos iniciales. Jugaron de área a área y casi no generaron acciones de peligro dentro de un trámite friccionado. A los 14 estuvo cerca la visita con un tiro libre ejecutado por Reinaldo en la puerta del área que Gabriel Arias rechazó por encima del travesaño.
Al equipo de Florencio Varela le costó mucho arrimarse al arco defendido por Jandrei. Recién lo hizo sobre el final del segmento con un disparo elevado de Andrés Ríos desde inmejorable posición y un cabezazo de Pablo Alvarado que contuvo el arquero adversario. El Halcón salió decidido a lograr la victoria en la segunda parte y acorraló a Chapecoense con más ganas que orden táctico.
Y esa supremacía territorial se incrementó cuando a los 7 minutos se fue expulsado Andrei Girotto tras recibir la segunda tarjeta amarilla.
Sin embargo, a Defensa le costó generar jugadas de gol. Probó con centros, principalmente, y con disparos desde media distancia, pero los minutos pasaban y no podía quebrar a Jandrei.
Hasta que en el instante final del encuentro, Jonás Gutiérrez, quien habría jugado su último partido con la camiseta verdeamarilla, sacó un centro desde la izquierda y Stefanelli, colándose entre los zagueros brasileños, logró peinar la pelota para quebrar la resistencia del arquero brasileño y desatar la locura en Varela.