¿A quién no le pasó? Ese paseo que parecía podía ser genial se convirtió en un verdadero suplicio para los padres y para los hijos. Es que ir al supermercado con los más pequeños puede ser un verdadero desafío.
No sólo por la cantidad de cosas que piden para comer o de juguetes que los tientan además por el aburrimiento de las largas horas de espera sumadas a la poca atención de los padres quienes intentan concentrarse en la comida.
Así el supermercado se convierte en un desafío. El portal Guioteca buscó esas fotos que reflejan este momento. Miralas acá.