El estadio Víctor Legrotaglie fue una verdadera fiesta. Más de 10 mil hinchas estuvieron presentes y coparon cada rincón de la cancha. Finalizado el encuentro y tras lograr el ascenso a la B Nacional, los festejos fueron interminables. El centro mendocino se tiñó blanquinegro. Miles de familias completas coparon las calles de la ciudad y gritaron su amor por el Lobo. Una fiesta total.




