Quizá no sea para descorchar champán ni mucho menos. Pero de a poco, con lo que tiene a mano, con sus nobles jugadores de la casa y el laburo del cuerpo técnico durante la semana, Gimnasia va ofreciendo señales de vida.
Hace quince días empezó por ponerle el cerrojo a su arco (0-0 ante All Boys y 0-0 ante Riestra). Y ayer, tuvo la contundencia justa y necesaria para ratificar esa mejoría que había evidenciado en los últimos partidos. Faltaba el gol. Nada más y nada menos. Y de eso se encargó el mejor jugador que tiene hoy este plantel de Gimnasia: Leandro Aguirre.
El Pela es el corazón y la bandera de un elenco con demasiada sangre joven para una categoría que suele nutrirse de futbolistas con pasado reciente en Primera División. Y el Lobo jujeño no es la excepción. ¿Quién no quisiera tener entre sus filas a futbolistas de la talla de Busse o Castillejos? Sin embargo, el equipo de "Popeye" Herrera padece los mismos problemas que sufría nuestro Gimnasia hasta hace tres fechas.
El Mensana fue un justo ganador. Lo hizo de punta a punta. Le costó acomodarse en el desarrollo, pero tras el lindo gol de Aguirre (zurdazo abajo y cruzado tras la asistencia de Carrasco), supo manejar los tiempos del partido. Se jugó a lo que propuso el equipo de Pozo. Y ese no es un dato menor.
Porque este Gimnasia no es aquel de la temporada pasada, que tenía equilibrio en Cortizo, velocidad en Baldunciel-Bazán y desequilibrio y gol fácil en 'Pato' Cucchi. Es otro elenco totalmente distinto. Al igual que Godoy Cruz, pasa por una etapa de transición en la que los más jóvenes "tienen que poner la cara". Y para que la planta comience a dar sus frutos, se necesita algo que en el fútbol siempre escasea: el factor tiempo.
No por nada, en la conferencia post partido, Pozo pidió paciencia, eso que el hincha dejó atrás después del gran partido que el Lobo jugó nada menos que ante el River de Gallardo en la Copa Argentina.
Los altibajos son propios de un equipo en formación. Por eso cometió el error de dejar con vida al Lobo norteño hasta el último minuto del descuento, cuando Berterame (la tercera fue la vencida, Gonzalo) le puso la rúbrica a un desborde a pura fuerza de Renzo Vera, otro que con su experiencia marca el camino desde el fondo.
El Lobo está. Y esa es la noticia.
Pozo: “Hay que tener paciencia”
Con la tranquilidad del deber cumplido, el entrenador de Gimnasia analizó la victoria de su equipo: "Creo que estuvimos bien, sufrimos por temor a que te empaten el partido, pero hicimos un partido correcto y prolijo. Sabíamos que debíamos ser protagonistas y lo fuimos. Hay mucha gente joven y, como vengo repitiendo, hay que tener paciencia. Me quedo con lo bueno que se hizo. Se vieron cosas interesantes, hicimos un buen primer tiempo", comenzó diciendo el ex arquero del Tomba.
Aparentemente, los jugadores del Lobo comieron algo que les hizo mal. Y así lo hizo notar el entrenador del Lobo. "Había 8 jugadores descompuestos del estómago. Vera y Morales iban a salir en el entretiempo y a Carrasco le pasó lo mismo. No sé que habrá pasado, pero son cosas que no deberían pasar".
