Apareció el Lobo de los milagros. El de las hazañas. Ese revolucionario del fútbol mendocino. Como lo indica su historia. Este equipo sigue haciendo historia. Ascendió a la B Nacional, le ganó el clásico a la Lepra y lo derrotó por primera vez en un certamen Nacional; salvó la categoría a tres fechas del final y aún le quedaba un reto por cumplir.
¿Cuál era? ganar de visitante en esta temporada, ya que acumulaba 10 partidos con 5 derrotas y 5 empates. Y este plantel de Gimnasia y Esgrima lo logró en Jujuy. Justo dos fechas antes del final de la temporada. Fue triunfo Mensana 2-1 con dos tantos de su máxima figura: Patricio Cucchi. Misión cumplida y ascenso en la tabla del escalón número 5. Zona de clasificación del reducido.
No hay discusión. La campaña de de Gimnasia y Esgrima es formidable en cuanto números y expectativas. Por esta razón, sobran motivos para celebrar. No existe excusa alguna para que el verdadero hincha Blanquinegro explote las gradas del estadio Víctor Legrotaglie el próximo domingo, cuando el conjunto de José María Bianco reciba a Santamarina.
Ese hincha fanático que hace diez años recorría las canchas de la Liga Mendocina y luego tuvo que soportar durante años el periplo del desaparecido Argentino B. Gimnasia está a dos partidos de clasificara para jugar un ascenso a Primera. A la Superliga. Un sueño. Y en Jujuy, el equipo demostró que tiene carácter y hambre de gloria, porque arrancó y aplastó a un equipo jujeño totalmente anémico. Sin ideas.
Pero, el dueño de casa, cuando cruzó la mitad de la cancha por primera vez en el juego, encontró la red de Marchiori. Injusto por donde se lo mire o analice. Y el conjunto Mensana sintió el golpe. Se perdió. No tuvo juego. No tuvo control y desapareció. Sin embargo, en el complemento fue otro equipo.
Recuperó su identidad. Su fuego sagrado. Y desde las tapadas de Marchiori, llegaron dos obras de arte de Pato Cucchi. Ganó el Lobo y sueña en grande.
La figura
Patricio Cucchi (GyE). El goleador estuvo intratable y marcó los dos goles del triunfo. Intratable con la pelota en los pies.
