El músico interno: los beneficios de cantar en la ducha

Se dice que cantar mientras nos duchamos resulta beneficioso para el sistema inmunológico. También lo es para hidratar las cuerdas vocales y, sobre todo, para quitar la vergüenza.

El músico interno: los beneficios de cantar en la ducha

Podremos diferenciarnos por el color de piel, la lengua que hablamos, el país de origen, las costumbres y tradiciones, y hasta el club de fútbol. Pero, hay algo que nos vincula: el cantar en la ducha. Todos alguna vez hemos entonado una canción, o la tarareamos, a medida que el agua corre por el cuerpo. Ni mencionar aquellos casos en que la emoción invade y puede escucharse al 'pseudo' intérprete hasta en la vereda de casa.

La esponja del baño se transforma en cómplice del momento. También el jabón y hasta la espuma que se forma al frotar el shampoo por el cabello. Todo participa en este momento mágico donde nos nos creemos Luciano Pavarotti.

Según los profesionales, cantar mientras nos duchamos tiene múltiples beneficios: desde perder la vergüenza, aprender a reírnos de nosotros mismos (cosa que cuesta tanto), hidratar las cuerdas vocales, bajar la presión sanguínea, estabilizar el sistema inmunológico y hasta mejorar el humor.

¿Lo practicás en tus duchas diarias? Después de esto, vas a querer bañarte más seguido y mostrarle al mundo tu (buena) voz. ¡Sí!: buena voz, porque, al parecer, ésta mejora cantando bajo el agua.

La música es un transmisor de emociones, conecta a las personas. Y, sobre todo, relaja. Escuchar canciones "provoca una sensación de bienestar impresionante", comienza  a analizar la terapeuta Candela Vergara. Por eso es común escuchar música para meditar o para hacer ejercicios de relajación, pues permite "desenchufar" la mente y llevar la atención a una sola cosa: el sonido.

Por otro lado nos encontramos con que el agua (y su sonido), también son una fuente de energía: "escuchar correr el agua genera una sensación de bienestar, nos tranquiliza". Del mismo modo si el agua cae sobre nosotros. Según la profesional, aunque desafinemos, cantar bajo la ducha, trae muchos beneficios para la salud.

Al cantar en el baño, sentimos que es nuestro momento de ‘gloria’ y esto es por una obviedad, “la ducha es uno de los momentos de mayor relax para una persona”, aclara la terapeuta.

Además, el baño es uno de los pocos espacios del hogar donde realmente estamos solos y, por lo tanto, en contacto con nosotros mismos. Pasa también que, al estar encerrados en esa pequeña habitación, nos alejamos del resto del mundo: “se transforma en el escenario donde todo está permitido”, dice Vergara.

Esta práctica fortalece el sistema inmunológico: "al cantar se generan endorfinas y esto mejora llamativamente el ánimo".

Con esto no decimos que cantar sea tarea sencilla. No, para nada. Requiere tiempo de estudio y mucho trabajo de perfección; pero para el “cantante amateur”, el baño está bien. ¡Muy bien! Si sumamos que entonar nuestra canción preferida en esa pequeña habitación, hace que nos escuchemos mejor.

¿Por qué? Llega la física a respondernos: las paredes del baño (generalmente lisas y más duras que las del resto del hogar) hacen que la habitación se transforme en una caja de resonancia.

Esto ayuda a que aumente la intensidad del sonido y nuestra voz se escuche más fuerte; pues las ondas sonoras se reflejan en las paredes. Nuestra voz suena tan bien como si estuviéramos en una sala de grabación.

Pero, además de sonar “bárbaros” debajo de la ducha (más relajados, la voz fluye mejor), el cantar mientras nos bañamos brinda muchos beneficios a la salud: “el aire caliente y el vapor ayudan a las cuerdas, las mantienen hidratadas”, afirma la enfermera Alicia Godoy.

Las cuerdas vocales son membranas que oscilan con mucha rapidez y es ahí cuando generan sonido y “en función de cómo ubicamos la lengua y los labios, el sonido varía”, añade.

Si de salud hablamos, esta práctica fortalece el sistema inmunológico: "al cantar se generan endorfinas y esto mejora llamativamente el ánimo", agrega la profesional. Sumado a esto, "el acceso de aire, refuerza también los músculos abdominales, intercostales y estimula la circulación sanguínea", dice Godoy.

Una mejor respiración, provoca una mayor oxigenación en la sangre que se refleja en una mejor circulación; lo que se traduce en un estado de ánimo más saludable. Curiosamente, “el respirar más profundamente genera un gran beneficio de relajación de la mente”, explica Godoy; cosa muy similar ocurre cuando meditamos. Y es tan positivo que hasta reduce el estrés considerablemente.

Pero, vamos a lo importante. Cantar en la ducha, no nos llevará directo a un escenario; pero nos alegrará el espíritu. Además, la acústica de la habitación nos levanta en autoestima ya que, como dijéramos anteriormente, este espacio genera el escenario propicio para que el sonido “viaje” más dulcemente.

Pero para conocer más nuestra voz, te dejamos este dato: ¿cuál es nuestra verdadera voz? ¿La que escuchamos en un audio o la que nos escuchamos al hablar? Se llaman "resonancia aérea" o "resonancia ósea", respectivamente. Nuestra verdadera voz es la que escuchamos en una grabación. Si te gusta cantar, no dejes de hacerlo, ¡ni cuando te bañes!

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