El secesionista Quim Torra prometió hoy ser fiel al mandato del referéndum del 1 de octubre, trabajando para "construir un Estado independiente en forma de República", al defender ante el parlamento catalán su candidatura para ser investido como presidente de Cataluña, que proseguirá el lunes, en segunda votación.
"Yo no debería estar aquí, debería estar el legítimo presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y lo deberían acompañar todos los presos políticos y exiliados", dijo Torra al inicio de su discurso, recordando emocionado a sus compañeros que, según dijo, son "rehenes de la Justicia".
Luciendo el lazo amarillo con el que los independentistas reivindican la libertad de sus presos, Torra aseguró que "nunca" se cansará de luchar por ellos, y subrayó que tampoco renunciará a que Puigdemont sea el presidente "lo antes posible".
"Nuestro presidente es Puigdemont", insistió el candidato con el que los independentistas aspiraran a recuperar el gobierno regional tras cinco meses de bloqueo, antes de prometer que será "leal" al "mando del referéndum del 1 de octubre", con el fin de "construir un Estado independiente en forma de República".
"Nada será normal en nuestra casa hasta que no recuperemos las instituciones y la democracia", aseguró Torra, antes de esbozar su programa de gobierno.
"¿Qué haremos a partir de ahora? La respuesta es República", prosiguió el diputado secesionista, quien -como había adelanto ayer en una entrevista- dijo que impulsará un "proceso constituyente" para llegar a una "constitución catalana" y al Estado propio.
El candidato designado a dedo por Puigdemont desde Berlín, remarcó que su presidencia será "provisional" y de carácter "simbólico" -si es investido incluso no utilizará el despacho del ex presidente-, pero insistió en que será "un mandato republicano", algo que exigía la minoritaria Candidatura de Unidad Popular (CUP) para facilitar su elección.
Torra, cuyas credenciales más destacadas son haber sido presidente interino de la asociación Ómnium Cultural, es el cuarto candidato que proponen los secesionistas y el primero que no fue vetado de antemano por el Ejecutivo español y la Justicia, por no estar procesado en relación con el intento fallido de secesión del año pasado.
Antes intentaron sin éxito investir a Puigdemont, al preso Jordi Sánchez y al ex consejero Jordi Turull, aunque sólo éste último pudo acudir al parlamento a defender su investidura en primera votación, antes de ingresar a prisión.
El aspirante a la investidura, quien ocupó el puesto número once en la lista electoral de Junts per Catalunya y forma parte del sector más duro del independentismo, no podrá ser investido hoy en primera votación, cuando necesita mayoría absoluta -un mínimo de 68 diputados-, debido a que no cuenta con los votos afirmativos de la CUP, con cuatro escaños claves para la mayoría independentista.
En cambio, en la segunda votación, que se producirá el lunes, le basta con una mayoría simple de votos (66 sobre 65), que suman JxC y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), frente al bloque "constitucionalista", siempre y cuando los anticapitalistas se abstengan.
No obstante, la dirección de la CUP celebra mañana una reunión para decidir si finalmente mantiene su posición de abstención o se decanta por un voto en contra.
En ellos probablemente pensaba Torra cuando calificó al Estado español de "opresor", o se refirió a la "falta de libertades", o puso énfasis en el carácter "republicano" de su programa. También cuando llamó a defender la República "pacíficamente y radicalmente".
"He aceptado tirar adelante con esta investidura por la situación de provisionalidad que tenemos. En nuestra opinión, hacer Gobierno es la única manera de revalidar el hilo republicano que salió del 1 de octubre. Pero nos hará falta un Gobierno fuerte" sostuvo el candidato de JxC.
"Cuando el 155 se levante no tendremos ninguna excusa para trabajar sin descanso por la república", subrayó, recordando que una vez que los independentistas formen gobierno, acabará la intervención del Ejecutivo central en Cataluña.
En castellano, el candidato a la investidura ofreció "diálogo" al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, pero "de gobierno a gobierno", y envió un mensaje en inglés al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidiendo una "mediación".
También criticó al rey Felipe VI por su histórica intervención en uno de los momentos más críticos de la crisis de Cataluña, tras el referéndum del 1 de octubre, cuando defendió el cumplimento de la ley ante la "deslealtad" de los secesionistas, y dijo, parafraseando a Puigdemont, "majestad, así no".
Tras escuchar a Torrent, Rajoy dijo desde Cádiz que no haría ningún juicio de valor sobre el candidato a la presidencia del gobierno catalán, pero añadió: "Lo que hemos visto y hemos escuchado no nos gusta a muchos. No es representativo de la sociedad catalana. Pero vamos a juzgarle por los hechos".
Para el líder de su partido en Cataluña, Xavier García Albiol, el discurso de Torra fue "incendiario", mientras la líder de la oposición, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, sostuvo que "es un auténtico peligro para la convivencia, la economía y todos los catalanes".
La sesión continuará por la tarde con las intervenciones de los grupos opositores y la votación, que previsiblemente Torra no superará.