He leído con atención las palabras del papa Francisco sobre el genocidio armenio. Las grandes potencias miraban hacia otro lado. Realmente sus palabras son alentadoras por el cruel asesinato de 1.500.000 armenios inocentes en 1915.
Pregunto en qué se asemeja con el genocidio de los judíos (que también era inocentes) por ese criminal que fue Hitler, que sin piedad masacró a 6.500.000 judíos, de los cuales 1.500.000 era niños.
Es verdad que las naciones de entonces miraban para otro lado, temiendo protestar ante ese espantoso crimen, entre ellas el Vaticano.
Una sola palabra del Papa Pío XII hubiera bastado para que no se hiciera semejante asesinato, pero ese pontífice no se pronunció en forma tajante sobre lo que haría ese demente.
Qué diferente hubiera sido dar la orden de abrir el Vaticano para que los judíos del mundo se refugiaran en él.
Sabemos que no cabrían tantas personas, pero hubieran vivido en los patios y las capillas, cumpliendo las sabias palabras de Jesús, “Amaos los unos a los otros”.
Los nazis jamás hubieran invadido el Vaticano, pues sabían que millones de seres humanos habrían ofrendado sus vidas en defensa del catolicismo, apreciando en toda su extensión lo que predijo Jesús y en especial Los 10 Mandamientos, que Dios entregó a Moisés para que todos los seres del mundo lo cumplieran.
Leonardo O. Maskiver
DNI 5.986.230