En la última jugada del partido, y con mucha polémica, Independiente le ganó 1 a 0 a Velez y se aseguró la localía en el primer cruce de la Liguilla Pre-Libertadores. El equipo de Avellaneda lo ganó con un gol de Diego Rodríguez, quien convirtió de penal en tiempo de descuento. El árbitro Ariel Penel le cobró una mano a Desábato, quien reclamó que le pelota le impactó en el rostro, lleno de sangre.
Lo cierto es que el defensor visitante se cubrió el rostro con la mano, el pelotazo enviado por Benítez le dio en la mano y ésta le daño la nariz al punto de sangrarla. Una decisión bastante difícil de interpretar, pero muy en el filo del reglamento, por parte de Penel.
Desde el inicio, Independiente tomó la iniciativa, se hizo dueño de la pelota y atacó a Vélez por los costados.
El trámite fue similar en el inicio del complemento. Pero parecía que el partido terminaría 0 a 0. Pero Penel cobró aquel penal descripto y Velez lo increpó, situación que terminó con la expulsión de Caraglio. Más allá de eso, Rodríguez no perdonó e Independiente se llevó tres puntos muy valiosos.
Así, Independiente se aseguró el quinto lugar con 54 puntos y será local en el primer partido de la Liguilla Pre-Libertadores, que puede ser ante Estudiantes o ante Belgrano que cerrará la última jornada hoy.
Un final con otro penal muy cuestionado
Así como Boca ganaba hace pocos días la Copa Argentina a partir de un penal polémico, anoche el juez Ariel Penel cobró otro controvertido remate desde los 12 pasos que traerá mucha cola.
A poco del final, el fortísimo remate de Benítez de Independiente, fue derecho a la cara de Leandro Desábato, de Vélez, quien para cubrirse se puso la mano delante de la cara.
“Pongo la mano para cubrirme la cara” aseveró después el defensor visitante, con la nariz sangrante. Lo cierto es que todo Vélez explotó, y luego de un parate de 11 minutos, con forcejeos y expulsiones en la visita, el juez ordenó el remate y Rodríguez no perdonó. Una decisión polémica en una jugada clave del pleito.