Independiente revirtió anoche un duro encuentro ante Olimpo de Bahía Blanca en condición de visitante y se quedó con un valioso y agónico triunfo por 2-1 que no sólo cortó una racha de dos reveses consecutivos sino que, además, le permitirá llegar con más confianza al clásico del domingo ante Racing por la quinta fecha.
La expulsión a los 28’ del segundo tiempo por doble amonestación de Jonatan Blanco, autor del gol del elenco bahiense, fue una bisagra en el partido ya que Independiente lo fue a buscar y consiguió el empate a través de Sebastián Penco, a los 42’, y la ventaja definitiva por intermedio de Federico Mancuello, a los 46’.
Sin demasiada claridad, el elenco visitante avanzó como pudo y se encontró con dos goles en los cinco minutos finales del partido, que le sirvieron para aplacar el delicado momento que atravesaba el equipo tras caer contra Estudiantes 1-0 y ser vapuleado por Vélez por 4-0, en sus últimos dos partidos.
En el segundo período, la primera jugada de riesgo concreta terminó con un claro penal de Diego Rodríguez al colombiano Mauricio Cuero, quien entró por sorpresa sobre la derecha tras un pase de cabeza de Juan Olivares.
Blanco, con su particular estilo de caminar hacia el balón antes de ejecutar el penal, puso el 1-0 para Olimpo y sembró de problemas el futuro del conjunto de Avellaneda, que se desconcertó en los minutos siguientes.
Independiente no encontró el camino para llegar con claridad a Champagne hasta el minuto 42’, cuando Matías Pisano, remplazante de Rodrigo Gómez, metió hacia el centro un envío pasado y apareció Penco con todo su olfato para empujar la pelota a la red.
El Rojo siguió buscando y encontró un premio quizás exagerado a los 46, con un pase mágico en cortada de Daniel Montenegro y una definición exquisita de Mancuello, de cachetada, con la parte externa del pie izquierdo, al segundo palo.
