Cada vez más hombres lo usan. Sin embargo, los pacientes deberían ir al médico antes de usarlo, para aclarar la causa de la disfunción eréctil.
“En los años 90 se pensaba que las disfunciones eréctiles eran una cuestión psicológica. Luego se descubrió que gran parte tenían causas orgánicas”, indica el profesor Frank Sommer, experto en salud masculina.
Muchos hombres creían que si eran capaces de masturbarse o tenían una erección matinal entonces todo iba bien, “pero eso es muy distinto a tener relaciones sexuales”.
Por eso, el profesor destaca que “antes de la terapia hay que diagnosticar”, y subraya que el sildenafilo (la droga de la que hablamos) sólo funciona cuando hay problemas de circulación y psicológicos. Si hay ruptura de nervios, falta de hormonas o debilidad en los músculos del suelo pélvico, no tiene sentido tomarlo.
Si se excluyen los factores físicos, es posible que sea un problema psicológico. Una causa común suele ser que la erección se ha sobredimensionado como el elemento central de la sexualidad.
