Según el Ministerio de Educación de la Nación, en la Argentina hay 583.437 cargos docentes entre el nivel primario y secundario. Este es un número que viene creciendo desde 2011. Sin embargo, esos cargos hoy enfrentan dificultades para ser cubiertos.
“En muchos distritos de la provincia de Buenos Aires y del resto del país es muy difícil cubrir cargos de matemática, física, química, informática e inglés. Es decir, en general, se complica conseguir docentes de ciencias exactas”, dijo Martín Zurita, representante de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba).
¿Las razones? Sueldos “poco competitivos”, una oferta de formación docente que no se corresponde con la demanda del sistema educativo y la pérdida de interés por la carrera docente por parte de los jóvenes, detalla La Nación.
La crisis educativa por falta de docentes no pareciera ser exclusivamente argentina, sino que otros países del mundo también alertaron sobre la necesidad de cubrir puestos en sus sistemas educativos. En Estados Unidos, por ejemplo, los programas de preparación de maestros informaron una reducción en el número de inscripciones durante al menos la última década.
“En lo que respecta a la informática, por ejemplo, lo que sucede es que muchos profesionales están trabajando para el exterior, donde los sueldos son muy altos y, por lo tanto, el sueldo que puede pagar una escuela no los atrae y eso dificulta conseguir profesores para esas áreas. En inglés ocurre algo similar: trabajar en una empresa es más redituable para los profesores. Por otro lado, hay mucha burocracia y rigidez con respecto a las titulaciones que se piden en los colegios para cubrir cargos, con lo cual está siendo sumamente difícil conseguir profesores de muchas materias”, explicó Zurita, quien dijo que se trata de un tema muy serio del que vienen alertando a las autoridades desde hace tiempo.
Guillermina Tiramonti, investigadora de temas educativos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), también confirma que faltan docentes de nivel secundario, especialmente de las ciencias duras como matemática, física y química, pero no pudo precisar en qué lugares del país se registran estas carencias porque no existe un mapa que ilustre la situación.
Institutos de formación docente, una pieza clave
De acuerdo a las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD), un organismo dependiente del ministerio de Educación creado en 2007 para diseñar y mejorar políticas de formación docente, existen 1546 institutos de formación docente en todo el país. Sin embargo, Tiramonti asegura que el cálculo racional sería que hubieran unos 200.
“Tenemos una proliferación de institutos con pocos alumnos y tasas de titulación muy bajas. Es decir, hay muchos institutos que rápidamente pierden a los ya pocos alumnos que tienen desde el principio. Hay cátedras con cinco alumnos, y eso no solo es una irracionalidad en cuanto a la distribución de los recursos sino que además con cinco alumnos no se puede aprender. Es necesario que haya una masa de estudiantes que puedan discutir e intercambiar”, dijo la especialista.
Para ella, uno de los problemas de fondo es que en general la creación de los institutos de formación docente no está relacionada con las necesidades del sistema educativo sino con el interés de las autoridades de brindar una oferta local de formación y retener con eso a los chicos en sus jurisdicciones. Además, señaló, puede entrar en juego un interés político ya que los gobernantes han visto que los institutos y las universidades se vuelven posibles espacios donde financiar seguidores.
“De esta manera, los institutos de formación docente atraviesan algo similar a lo que ocurre en el nivel secundario: los estudiantes entran, no tienen buena perspectiva a futuro y pierden el interés”, explicó.
Evaluación a docentes
Según los especialistas, evaluar a los docentes es una de las acciones necesarias y fundamentales para mejorar la calidad educativa del país. “La ley establece que los cerca de 1500 institutos de formación docentes deben ser evaluados y acreditados, pero eso no se cumple y de esa forma no hay manera de saber cómo funcionan y qué tipo de graduados están generando. Esto es un problema para poder evaluar las necesidades del sistema educativo en general”.
“Hoy lo que sucede es que, por medio de internet, estamos en un mundo donde el acceso al conocimiento está abierto a todos sin la mediación de los docentes, por lo que los maestros ya no parecen sabios sino personas que muchas veces se equivocan. Hoy todo el sistema educativo está en discusión, no solo porque en nuestro país está decadente, sino porque la cultura digital lo pone mucho en discusión”, finalizó Tiramonti.