Fue un buen debut del equipo dirigido por Gustavo Alfaro, que consiguió un triunfo lógico frente a un país que es muy rico económicamente, pero muy pobre en lo futbolístico. Y aunque en el debe le quedará que no lo supo traducir en la red adversaria, la Tri le dio una paliza táctica y conceptual a un adversario que pinta para ser uno de los más endebles de esta incipiente Copa del Mundo.
A todo el que tilda al “Profesor” de entrenador defensivo, habría que mostrarle el video del partido frente a Qatar. Porque Ecuador salió a jugar con un planteo tan ofensivo que a Estrada y Valencia se les sumaban permanentemente Gonzalo Plata, por el carril derecho, y Romario Ibarra, por el izquierdo. Como si se tratara de una tormenta del desierto árabe, el elenco visitante salió a imponer condiciones desde el primer minuto de juego. De hecho, el gol anulado a Enner Valencia por la flamante detección automática del offside fue pisando los dos minutos de juego.
Sin embargo, el gran mérito de Alfaro es haber hecho resurgir prácticamente de las cenizas a una selección que venía precedida por una calamitosa actuación en la Copa América disputada en 2019 en Brasil. El equipo dirigido en ese entonces por “Bolillo” Gómez se había hundido en el último lugar de su grupo, Y para colmo, la frustrada llegada de Jordi Cruyff, el hijo del gran Johan, a la dirección técnica del equipo, habían subido al Tri a una profunda crisis institucional y deportiva casi sin precedentes.
Alfaro, de reciente pasado en Boca, fue el elegido en 2020. Debido al desorden que era la Federación, tuvo que empezar de cero. Su experiencia y gran sentido común lo llevaron a tomar decisiones basadas en cuestiones netamente estadísticas y científicas a la hora de realizar las convocatorias. Y comenzó un recambio generacional que rápidamente colocó a Ecuador en una situación privilegiada en las Eliminatorias Sudamericanas. Gustavo Alfaro logró reunir y potenciar las virtudes de sus futbolistas y así quedar por encima de países como Colombia y Chile.
La juventud es otro de los tesoros más divinos de este trabajado equipo de Lechuga, que tiene una amalgama casi perfecta entre experiencia y frescura. Entre los Valencia, los Galíndez, los Ibarra y los Estrada, y los Caicedo, Plata e Hincapié. Ese mix le permitió manejar los tiempos del partido y no decaer cuando sufrió la adversidad del gol anulado a Valencia. Después de todo, si de algo entiende este elenco es de superar adversidades. Y las pruebas del caso Byron Castillo me remito.
Ecuador lo hizo ganándole al local en la inauguración del Mundial. Lo consiguió a pesar del contexto que rodeaba al país organizador, Qatar. El mediocampista Moisés Caicedo, el marcador central Piero Hincapié, el extremo Gonzalo Plata y el lateral izquierdo Pervis Estupiñán son las figuras destacadas de la nueva generación. Con edades que van desde los 20 a los 24 años, todos militan en clubes de Inglaterra, España y Alemania.
El triunfo de Ecuador no admite objeciones de ningún tipo. Sin embargo, quedó en la boca una gran sensación de gusto a poco. No es para menos. De haber convertido uno o dos goles más (que tranquilamente pudo haberlos marcado si hubiese terminado mejor las transiciones defensa-ataque), Ecuador podría haber encaminado seriamente su clasificación a octavos de final. Pero claro, se viene Países Bajos. Y no será para nada fácil. No hay que olvidar que el equipo del profesor Alfaro es uno de los conjuntos de menor promedio de edad (26 años) de todos los que compiten en esta Copa del Mundo.