Los principales indicadores de la encuesta de expectativas sobre la economía nacional, que realiza la consultora D'Alessio Irol todos los años en el marco del Coloquio IDEA, mostró caídas en todos los indicadores con respecto a lo que esperaban que sucediera en este segundo semestre (mayo a octubre).
El consultor Eduardo D'Alessio y el economista Luis Secco presentaron las conclusiones. Los expertos advirtieron que "las inversiones y el empleo caen en el orden de magnitud del segundo semestre de 2014". En tanto que, para los próximos diez meses, se espera que el dólar, las tasas y el riesgo país continúen subiendo, así como que aumente la presión sindical, alentada por la mayor posibilidad de que el próximo presidente sea Alberto Fernández, si se repitieran los resultados de las PASO de agosto.
El análisis remite al origen de los grandes problemas económicos, que se generaron por el aumento de la inflación y un sistema laboral que necesita ser reformado. Como último origen de la situación actual señalaron al déficit fiscal.
Así, de los 240 ejecutivos socios de IDEA que respondieron, el 82% sostiene una percepción adversa de la situación económica nacional del segundo semestre y el 63% de ellos confía en que en los primeros seis meses de 2020 la situación será igual (32%), moderadamente mejor (28%) o mucho mejor (3%).
De acuerdo con lo que explicó D'Alessio, la tendencia a futuro "es que la economía no va a estar tan mal como ahora, lo que implica una mejora en términos relativos", aunque el indicador continúa siendo negativo. "En el mes de julio el nivel de expectativa era 70 (sobre cien, siendo 50 el medio) pero la realidad bajó a 19 (diferencia entre los que esperaban que estarían mejor, y el porcentaje que realmente consideró estarlo pasados los seis meses)", comentó el consultor.
En tanto que Secco señaló que esa diferencia entre la expectativa y la realidad genera que se preparen presupuestos por encima de lo que podrá concentrarse, teniendo como resultado, entre otras cosas, un aumento de la capacidad ociosa por inversiones que se realizan en pos de un aumento de las ventas que luego no se da.
"Existe un alto grado de frustración y continuidad de variables negativas. Esperan niveles de empleo y rentabilidad negativa", comentó Secco
Para D'Alessio, durante las encuestas anteriores existía la percepción de que la prosperidad iba a llegar "el semestre que viene", y la imagen del Presidente (y su Gabinete) fue subiendo progresivamente hasta 2018. "Después pudimos ver que crece o baja inversamente proporcional a cómo se mueve la cotización del dólar", comentó.
Inversión y empleo
Hacia los próximos doce meses (hasta el próximo octubre), el 56% de los encuestados espera disminuir sus niveles de inversiones, que hoy ya están en un nivel bajo en términos del PBI. Sólo el 12% de los consultados confía en incrementar sus desembolsos.
"La inversión actualmente tiene una muy baja participación en términos del PBI (12,7%). No existe una cifra más baja en la historia reciente de Argentina", señaló Secco y destacó que en la región la participación de la inversión privada sobre el PBI es de alrededor del 20%.
En cuanto al empleo, el 34% espera no modificar su planta personal, el 38% cree que deberá disminuirla levemente y un 9% la reducirá “significativamente”. El resto la aumentaría.
Empresas y sindicatos
Como solución a los problemas económicos, empresarios consultados revelaron que confían en que habrá una reforma impositiva y laboral, además de una reducción de la inflación. Adicionalmente, "la eliminación de impuestos distorsivos y el financiamiento de largo plazo" surgen como medidas principales.
"Si mirás los resultados de la empresa en los últimos años no han sido buenos, pero Argentina tiene que encontrar un modelo que nos permita generar productos que sean valorados en otros mercados", sumó Javier Goñi, ejecutivo de IDEA y CEO de Ledesma, quien además consideró que "la inflación es un tema recurrente en Argentina" y que debe ser solucionado con rapidez.
Igualmente, Federico Braun, presidente de S.A Importadora y Exportadora La Anónima, apuntó contra la inflación, pero hizo énfasis en la presión impositiva como uno de los mayores pesos que soportan los empresarios y los consumidores en general.
Marcos Gradín, de la cementera Loma Negra, pertenece a una de las empresas que invertirá en el futuro y que ya lo está haciendo, con la construcción de una planta en Olavarría, Buenos Aires, y señaló que "sin importar el Gobierno, el cemento seguirá siendo necesario", pero igualmente consideró que el país necesita "renegociar su deuda" para salir de la crisis, y comenzar a crecer.
Desde el lado del sindicalismo, el líder de la UOM Antonio Caló se refirió a la reforma, y consideró que no se necesita una ley, sino acuerdos entre empresarios que se comprometan al sostenimiento del empleo, para que así ellos puedan ver, por empresa, las formas de trabajar. "No queremos que ninguna empresa cierre, hay que trabajar por sectores, porque si se generaliza vienen los abusos", cerró.
