La hija de Marcelo Tinelli se ha convertido con el tiempo el mejor producto de marketing sobre sí misma. Y en la época en que las mujeres luchan por no ser "objetos" ella se convierte en uno para hablar de sí misma.
Rarísimo, pero le funciona.
De hecho, Cande Tinelli quiere cantar. No es muy buena en estas lides (todo se arregla con autotune, todo suena como una maquinita), pero eso no la acobarda porque se vale de otras estrategias que son más propias del mercadeo que del arte.
Así las cosas, para promocionar su nueva canción que se llama "Yo" hizo un videoclip en el que -y como el tema lo indica- todo habla de ella.
Es más, el título del clip es "Yo. Lelé", dando por sentado que el mundo entero sabe quién es. Fiel a su época, en la que el narcisismo domina los temples humanos.
Pero la chica es osada, así es que fue más allá. Como la letra de la canción habla, de forma bastante superficial (tampoco es buena letrista), sobre las "cicatrices" de la vida que le ha tocado en suerte, ella se puso bien literal: tomó a sus tatuajes como tales y jugó visualmente con la idea.
"Toma mi mano, te invito a conocer mi historia", empieza la canción; pero no te entusiasmes, no tiene mucha sustancia.
Candelaria definió, en Teleshow, a este video como su "carta de presentación".
La cuestión es que vemos a Lelé, desde que arranca la canción donde ella dice "Toma mi mano/ ven a conocer mi historia/ mi fragilidad, mi fuerza/ mi forma de querer", con todo su cuerpo maquillado para que no se le vea ni un solo tatuaje.
A medida que va cantando, la tinta -como sangre- va dejando ver su piel pintada. "Soy cielo/ soy tierra/ soy pájaro luchando por salir", se describe.
Es literal, es lugar común; tanto en la imagen como en la letra de la canción que, aunque promete profundidades, solo recurre a las metáforas remanidas de una poesía de superficie.
Musicalmente, "Yo" abreva en las aguas del "indie"; esa también superflua sustancia de la industria discográfica en la que la voz de las mujeres debería parecer aniñada y los cruces folkies le otorguen el rasgo elengante. Solo falta ahí la Mac, para conformar ese mainstream de puro concepto de producción y nada de profundidad artística.
Desde el primer minuto del viernes, "Yo" quedó disponible en YouTube y ya tiene más de 230 mil reproducciones. Golazo comercial que de original -artísticamente hablando- tiene bien poco.