Lo que pasó con la Selección Argentina de básquet femenino en los Juegos Panamericanos de Lima demuestra, una vez más, que cierta dirigencia del deporte argentino no está a la altura del crecimiento que vienen teniendo las diferentes disciplinas.
Los dirigentes de la CABB decidieron bajar del viaje al utilero y poner en sus funciones ¡al médico! de la delegación. La consecuencia fue el papelón por las camisetas y la chance perdida para pelear por una medalla para las chicas.
A todo esto, el presidente de la CABB, Federico Susbielles, estaba en Buenos Aires haciendo campaña política, ya que es senador.
Pero estos problemas con las dirigencias no vienen de ahora y no todas quedan visibles.
Por ejemplo, la selección de vóley que disputará el Preolímpico en China también sufrió el destrato de la FEVA, ya que demoraron 18 horas en recorrer menos de 1.500 kilómetros en avión porque los dirigentes buscaron "ahorrar" dinero… el detalle es que ese viaje se podía hacer en ¡2 horas!
Esto se pudo conocer porque el jugador más conocido del plantel, Facundo Conte, subió el reclamo a su cuenta de Instagram, sino nadie se enteraba. Y pasaba.
A esto hay que sumarle que los clubes de fútbol ignoraron a la AFA y no le cedieron los jugadores a Fernando Batista… pero la lista es larga y sigue.
La génesis de todo este problema viene de la mala política deportiva que reina en Argentina, donde hay dirigentes que piensan más en el poder y no tanto en hacer crecer su disciplina.
Todo esto tiene que servir para que los deportistas y ex deportistas se involucren más en la vida de su deporte como hicieron en el tenis.
Los integrantes de la recordada "Armada" de tenis se cansaron de ver cómo viejos dirigentes de la AAT hacían mal las cosas, armaron una lista, ganaron las elecciones y ahora comandan los destinos del tenis nacional, sabiendo de primera mano que se necesita para crecer.
Así Agustín Calleri, Guillermo Coria, Gastón Gaudio, Mariano Zabaleta y otros tenistas más llevan adelante una gestión que piensa en el desarrollo del deporte.
Este es el camino a seguir, la revolución deportiva tiene que venir de los deportistas porque las quejas por redes sociales se las lleva el viento o el timeline...
