La historia del cine está llena de películas inolvidables que contienen escenas sublimes que hemos visto decenas de veces y que no nos cansamos de volver a visionar. La lista de filmes que albergan esas imágenes que nos han impactado es interminable. Resulta difícil acordarse de todas aquellas con las que hemos llorado, reído o que nos han provocado algo especial mientras las contemplábamos en la gran pantalla o en el cómodo sillón de casa. Lo que está claro es que cada espectador tiene su propia lista de favoritas. Las escenas aquí recogidas son solo una muestra de algunas de las más representativas.
Lo que el viento se llevó (1939)
Escena clave de una de las películas más famosas de la historia del séptimo arte donde Vivien Leigh interpreta a la inolvidable Scarlett O'Hara y realiza un famoso juramento de intenciones poniendo a Dios por testigo de que bajo ningún concepto volverá a pasar hambre tras las vicisitudes que ha pasado tras la Guerra de Secesión.
"A Dios pongo por testigo de que no lograrán aplastarme. Viviré por encima de todo esto y cuando haya terminado nunca volveré a saber lo que es hambre. No, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que estafar, que ser ladrona o asesina. A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre".
El gran dictador (1940)
Genial película escrita, dirigida y protagonizada por Charles Chaplin que condena el nazismo y todas las dictaduras en general. El artista británico se mete en la piel de dos personajes, uno de ellos es un humilde barbero judío y el otro es un dictador grotesco con el que parodia a Adolf Hitler.
La escena del globo terráqueo representa cómo el dictador Hynkel tiene el mundo en sus manos y juega con él de forma coqueta. Pero al intentar dominarlo y lanzarlo como una pelota se acaba pinchando, situación que le deja desolado.
Casablanca (1942)
La historia de amor de Rick e Ilsa en este drama romántico no acaba bien...aunque siempre tendrán París. Casablanca, el clásico de Michael Curtiz, está considerado como un icono de la historia del cine sembrado de diálogos perfectos.
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman inmortalizaron sus personajes y la escena final en el aeropuerto es de las que no se olvidan.
Psicosis (1960)
No podía faltar la célebre escena de Psicosis en la que Marion Crane (Janet Leigh) es apuñalada por Norman Bates (Anthony Perkins) en la ducha. Alfred Hitchcock realizó este clásico del cine de terror y suspenso que está considerado como el mejor filme dirigido por el británico.
La guerra de las galaxias. Episodio V: El imperio contraataca (1980)
"No. Yo soy tu padre", ha sido considerada como la frase más célebre de la historia del cine. Darth Vader es el encargado de desvelar a un incrédulo Luke Skywalker que él es su verdadero progenitor mientras ambos protagonizan una encarnizada lucha de espadas láser en esta escena de la saga creada por George Lucas.
E.T (1982)
Steven Spielberg consiguió un gran éxito de taquilla con esta película de ciencia ficción que cuenta la historia de amistad entre un niño y un extraterrestre abandonado en la Tierra.
Una de las escenas más emocionantes es aquella en la que Elliott (Henry Thomas) vuela con E.T. en bicicleta con la luna de fondo mientras suena la famosa banda sonora de John Williams.
Blade Runner (1982)
Escena final en la que el replicante Roy Batty (Rutger Hauer) se humaniza y explica a Rick Deckard (Harrisson Ford) lo que significa ser esclavo. "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia".
Cuando Harry encontró a Sally (1989)
Si de algo se acuerdan todos los espectadores que han visto el filme de Rob Reiner es de la mítica escena en la que Sally (Meg Ryan) finge un orgasmo mientras está almorzando junto a Harry (Billy Crystal) en el restaurante "Katz's Delicatessen" en Manhattan.
La pareja discute sobre la incapacidad del hombre para reconocer cuándo una mujer está fingiendo un orgasmo. Sally asegura que los hombres no pueden descubrir la diferencia y, para que quede claro, simula uno al instante sin preocuparse por las miradas del público del local.
Titanic (1997)
La película dirigida por James Cameron sobre el hundimiento del lujoso transatlántico británico tiene una escena romántica mítica en la que los enamorados Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) están en la proa del barco y da la sensación de que están volando. La escena se repitió al menos cinco veces porque Cameron quería rodarla con diferentes luces en el cielo.