Poder decidir sobre nuestra vida individual y en lo colectivo, es un privilegio. Pero, siempre el resultado de nuestra elección será la evidencia de nuestro aprendizaje. Porque poner en valor qué es lo que quiero no es cosa fácil, tenemos que reducir la presión externa, despejar influencias y rescatar objetivamente nuestra mirada interior, con una visión integradora y dinámica. Es como disponerse a observar no sólo en forma aislada los fotogramas de un film, sino ver la sucesión de hechos, que permite acercarnos a la resolución final de un mensaje. Así, apreciar simultáneamente un suceso aquí y ahora, dentro de su contexto histórico y en perspectiva, nos permite ir más allá de las diferencias individuales, hacia el equilibrio de la totalidad. Reducir problemas a su mínima expresión y poder verlos fuera de la mirada acostumbrada, “ponerse en el lugar del otro” permite comprender relaciones complejas entre dos eventos, distantes entre sí, y mensurar la factibilidad de su desarrollo y evolución.
Liliana Bandini. DNI 10.501.180