Descubrimos una placa recordatoria, recibimos un diploma y diversos presentes, al cumplir cincuenta años de técnicos.
Formamos en el patio, izamos la bandera y cantamos emocionados el Himno, y sentimos, al menos por un rato, que éramos alumnos otra vez.
Gracias a la enseñanza de los profesores y maestros de taller, todos estos años recorridos, han sido de una vida laboral plena de valores humanos y conocimientos técnicos aplicados en los trabajos y con nuestros semejantes.
Nos sentimos honrados por el reconocimiento recibido y orgulloso de pertenecer a la promoción N° 70 de mecánicos de Etiec, la escuela que es crisol de técnicos y forjadora de amigos de Maipú.