Hay en la ciudad de General San Martín, Mendoza, una calle que en un momento fue llamada Cancha Rayada. No fue una arteria nueva, sino la continuación de una calle existente.
Llegando 1950, año del centenario de la muerte del Libertador, la comuna decidió renombrar a las calles existentes cuando cruzaran las principales 9 de Julio y 25 de Mayo hacia el Oeste, como también las que cruzaran la ruta nacional 7 de Sur a Norte. Por eso al ser atravesada por esa ruta (hoy provincial 50) el segmento se llamó Leandro N. Alem hacia el este de la calle 25 de Mayo, y hacia el oeste se llamó Boulogne Sur Mer.
En el sector del plano original de 1823 (es decir, entre calles Sarmiento y Mitre), al cruzar la calle 9 de Julio la Sarmiento fue España, la Alvear fue San Lorenzo, la Belgrano fue Paso de los Andes, la Rivadavia fue Chacabuco, la Moreno fue Cancha Rayada, la French fue Maipú, la Berutti fue Pasco y la Mitre fue Lima.
El orden de esos nuevos nombres se pensó cronológicamente de Sur a Norte, así que empezaba con la llegada de José de San Martín de España y terminaba con su arribo a Lima.
Por las quejas de los vecinos de la calle Cancha Rayada se pensó en otro nombre, que resultó ser Patricias Mendocinas. Quedó desprolijo cambiarlo por Patricias Mendocinas, ya que la colaboración de esas damas debiera haberse ubicado antes que la que recordaba el paso de los Andes.
No es de esperar que a los seres humanos les gusten las derrotas, ni recordarlas. No obstante, lo sucedido en Cancha Rayada, inmediaciones de la ciudad de Talca, no tuvo el rango de batalla por no disponerse los partes de ambos jefes antagonistas, habiéndose dado una dispersión debida a un ataque en la oscuridad donde sólo cabía hacer una retirada ordenada al amparo de la noche.
Por eso no tuvo la enorme gravedad que se estimara al principio, y en todo caso la lucha debía ser definida a plena luz del día, como eventualmente ocurrió. Lejos de opacar el desempeño de San Martín como estratega militar, Cancha Rayada vuelve aún más asombroso su logro de Maipú. A sólo 17 días de lo que parecía ser una derrota aplastante, un ejército logró vencer definitivamente a sus enemigos. Me atrevo a decir que es un caso único en la historia universal.
Ricardo Enrique Falanga DNI 13.5523.091