Ñori, ¿por qué quiere tanto a los niños?
Porque despiertan lo mejor de mi,
ternura, alegría ,donación.
Por la risa espontánea y cristalina.
Por la lágrima triste y rencorosa, que surca la carita sucia
y, sin embargo, tan pura.
Por la curiosidad y la esperanza.
Por el gesto pícaro y la mirada franca,
con la que tienden puentes de ternura.
Por el deseo de florecer y crecer.
Por balbucear con inquietud y empeño.
Por descubrir el mundo,
Con palitos , hormigas y ratones.
Por la ilusión y el amor.
Por ese abrazo fuerte y cariñoso,
que nos une en un lugar de encuentro.
Por la impaciencia del columpio
que nos hamaca en tiempos de inocencia.
Por cerrar los ojitos
con la música de un cuento.
Por hablar con el sol y la piedrita.
Por pintar de colores los sueños,
por esconder en un gesto la vergüenza,
y saltar la rayuela y soltar los globos de la infancia.
Porque quiero recompensar con ternura
Tanta violencia y olvido,
llenar de sonidos tantos silencios
y tender un puente hacia la esperanza.