El presidente Javier Milei presentó hace unos días un plan para reactivar la energía nuclear y aseguró que la Argentina será un protagonista relevante en su desarrollo. Como inicio del proyecto se construirá un reactor modular de baja potencia. En una segunda etapa está anunciado comenzar la producción de uranio, supuestamente en un yacimiento de la provincia de Río Negro, pues allí está permitida su extracción.
Al respecto es bueno recordar que Mendoza contribuyó al desarrollo de la energía nuclear desde sus comienzos en 1950. Fue aquí, mediante un convenio ente la CNEA Y la UNCuyo, donde comenzó la producción uranífera del país a escala industrial, aunque en pequeña cantidad. A partir de entonces la provincia llegó a tener las mayores reservas uraníferas de la Argentina y es la que ha acumulado la mayor producción hasta 1999, cuando cesó toda actividad.
La ley provincial 7.722/07, basada en concepciones políticas populistas, ambientalistas y antimineras, que en nada contribuyen al desarrollo, prohibió la minería metalífera y sigue aún vigente. Este hecho dio por tierra con la posibilidad de reestablecer la producción minera local. Sería deseable que la reactivación anunciada por el gobierno nacional pueda influir en cambios beneficiosos en este sentido.
Para finalizar, se puede decir que desde los inicios de las actividades nucleares en el ámbito provincial ha transcurrido mucho tiempo de esfuerzo y progreso, no solamente en el área minera, la que cubrió durante tantos años las necesidades de uranio de nuestras centrales nucleares, sino que, continúa fortaleciéndose la utilización de la medicina nuclear, así como se mantiene también la investigación y la formación universitaria en el Instituto Balseiro.
* Leo Lardone. Exjefe de Regional Cuyo. Comisión Nacional de Energía Atómica.