Hay niños que pasan muchos años en las casas hogares y después los mismos padres que los abandonaron, los reclaman. Hay parientes que realmente no tienen las condiciones para hacerse cargo del menor, pero muchos padres los dejan allí, para no tener que criar al niño ni alimentarlo, para cuando crezcan utilizarlos para trabajar y ganar dinero para ellos mismos. Lo único que hacen, es visitarlos una vez al año, para que por reglamento de estos hogares, no los echen a la calle. Si ningún pariente se aparece durante más de un año, los dejan en la calle sin recursos ni herramientas para que estos niños, menores de edad, puedan mantenerse.
Ni hablar, de lo malo y lento que es el sistema de adopción en la Argentina. Es tan largo este proceso que cuando pueden adoptar a un niño éste ya es muy grande y muy pocas personas están dispuestas a tomarlo como su propio hijo. Creemos que el mayor problema son los jueces, alguien se debería encargar de ver cuánto tiempo tardan en dar una sentencia.