A propósito del 25 aniversario del fallecimiento del gran Juan M. Fangio, nuestro recordado “Chueco”, Palmira se enorgullece de tenerlo siempre incluido en las páginas de su rica y generosa historia.
Un pasaje de su épica vida deportiva tiene relación con Palmira.
Se corría el Gran Premio de Turismo de Carretera de 1939. El recorrido comprendía las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, San Juan y Mendoza, hasta Buenos Aires. En la capital mendocina se realizó una “neutralización” de 30 minutos. Lideraba la competencia Juan Manuel, mientras tenaces rivales eran sus perseguidores. Reiniciada la carrera, por la antigua ruta nacional 7 (hoy ruta 50), prosiguió su tenaz marcha; cruzó el puente sobre el río Mendoza, sorteó con verdadera maestría las dos curvas (de 45 grados en ese entonces) y se dirigió hacia calle Libertad (siempre por ruta 7), hacia el centro de Palmira. Pero lo aguardaba un imprevisto que le costó el primer puesto y casi la competencia y que no registraba en su “hoja de ruta”: una curva algo “cerrada” (frente a calles Congreso de Tucumán y Godoy Cruz) y su Chevrolet cayó a un canal de desagüe que le provocó serias averías al vehículo. Debió ser remolcado hasta el taller mecánico de Emilio Bertolini, en la ciudad de San Martín, donde le hicieron las reparaciones necesarias. Subsanados los inconvenientes, prosiguió la competencia, alcanzando Buenos Aires y el quinto puesto en la carrera.
Varios años después, un vecino Juan Carlos Gei, así lo recordaba: “Fui ferviente admirador de Fangio; lo quería conocer personalmente y fui a visitarlo a Balcarce donde tenía el Museo del Automóvil Deportivo y se exponían sus joyas: Alfa Romeo, Maseratti, Ferrari, Mercedes Benz y su humilde coche Chevrolet 40. Me recibió cordialmente y me pregunto dónde vivía. Le dije: “en Palmira”. Pensativo y memorioso, recordó: “Ah, sí, Palmira, allí perdí un Gran Premio”. Un gran orgullo para Palmira, que recuerde nuestro terruño.
